El diestro Miguel Ángel Perera cortó la única oreja en el sexto festejo de la Feria de Córdoba. Corrida baja de casta de Buenavista. El segundo fue un toro justo de fuerzas ya de salida. Perera comenzó la faena muy suave, toreando en línea y sin obligar al toro a media altura por el pitón derecho saliendo el toro sin celo y con la cara por las nubes. Al natural, el animal era más complicado, y desarmó a Perera. El torero extremeño no varió el planteamiento y el toro le volteó sin consecuencias. El toro, muy a menos, no permitió el lucimiento. Manoletinas ceñidas. Oreja tras espadazo desprendido. Con el quinto, un toro que se vino abajo muy pronto, el extremeño estuvo tesonero.

Otra oreja pudo haber cortado Daniel Luque de no pinchar al tercero, ejemplar anovillado al que toreó muy bien a la verónica. Comenzó atacando demasiado al toro, que se paró pronto. Siguió al natural, con el toro más quedado en una faena de quietud y valor, aguantando parones. Con el sexto, remiendo de Albarreal, Luque sólo pudo meterse entre los pitones y justificarse.

Morante sorteó un primero de muy poca clase con el que puso firmeza. Con el cuarto, rebrincado y deslucido, se estiró a la verónica destacando una media muy buena. Comenzó la faena, muy torero. Hubo muletazos bellos, aunque sueltos, con el toro a menos.