Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

La crítica · baile

Misticismo granadino

  • La granadina La Moneta exhibe múltiples facetas para descubrir a Santa Teresa.

Misticismo granadino

En esa obstinación que padecen muchos artistas de hoy día por montar sus espectáculos en torno a una temática, Fuensanta La Moneta ha querido acercarse a Santa Teresa de Jesús. Sin embargo, lejos de plantear una historia inverosímil o cargada de contenido, que a veces no consiguen otra cosa que confundir, la granadina ha querido recurrir al modo más simple. Lo hace con el baile como principal medio de expresión, un baile que prevalece de principio a fin y que sirve a la bailaora para experimentar todo tipo de sensaciones.

"Querría encontrar, para hablarle a Dios, una escritura sonora que fuera a la música lo que la prosa de Santa Teresa es a la literatura", que diría Manuel de Falla. Con ese mismo planteamiento, La Moneta se mete en el papel de Teresa de Ávila dando lectura a muchos de sus escritos y recorriendo diferentes estados hasta encontrar el éxtasis que necesita. Es una especie de mutación continua.

A lo largo de un proceso largo y lento, Fuensanta utiliza su extraordinaria capacidad corporal para ir sorteando etapas. Porque si tenemos que hablar del baile, la granadina aporta mucho. Ya hemos visto en otras ocasiones su enorme potencial creador, no teme a experimentar con su cuerpo o con situaciones concretas, quizás una de sus mayores virtudes. Su investigación le permite moverse con seguridad por el escenario y aquí lo pone nuevamente en práctica. A veces es sutil, a veces rápida, a veces etérea, a veces frágil, a veces flamenca...Su habilidad para intercalar pasos de índole más contemporánea con lo puramente flamenco se transmite durante toda la obra. Eso sí, siempre sin perder su esencia ni su personalidad, que es lo que importa.

Para ello se rodea de un elenco musical muy sugerente. De un lado la guitarra de Luis Mariano, de pulsación fuerte y convincente, de otra del cante de Aroa Palomo, de garganta poderosa (valiente en la petenera), y sobre todo del violín de Yorrick Troman que aporta el toque más espiritual, más místico, y de la guitarra eléctrica de Paco Luque, otro ingrediente acertadísimo porque permite al espectador meterse de lleno en la historia.

La obra se alimenta también de una iluminación selecta, y un trabajo de proyecciones o mapping con los que consigue una escenografía simple pero que ayuda a romper con la monotonía y a intercalar escenas con firmeza.

Todo contribuye a crear un espectáculo que concluye por soleá. Es entonces cuando Fuensanta se libera de toda opresión para moverse sin complejos. Su palilleo al aire, ese ímpetu y el temperamento que siempre ha desprendido su baile se vierten en un mismo recipiente hasta encontrar ese matrimonio espiritual que busca desde el principio. Su corazón palpita. 'Ansiosa de verte, deseo morir'.

El público supo reconocer el esfuerzo y el excelente trabajo creativo del espectáculo, a pesar de que 'Divino amor humano', en esa búsqueda por encontrar esa espiritualidad, resulta en algún que otro momento demasiado lineal al prescindirse por completo de elementos emocionantes. Es una consecuencia, dentro de un mar de virtudes.

Baile'Divino amor humano'

Baile y recitado: La Moneta. Cante: Aroa Palomo. Guitarra: Luis Mariano. Guitarra eléctrica: Paco Luque. Violín: Yorrick Troman. Compás y baile: Raimundo Benítez y María La Manzanilla. Dirección y coreografía: Fuensanta La Moneta. Auxiliar de coreografía: Raimundo Benítez. Música: Luis Mariano, Yorrick Troman y Paco Luque. Iluminación y mapping: Diego Padin Torres. Sonido: Antonio Pérez Carmona. Vestuario: José Tarriño. Regiduría: Teresa Vilchez. Producción: Raúl Comba. Producido por: Teatro de la Zambra SL. Día: 26 de febrero. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Tres cuartos de entrada.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios