Cultura

'La Niña de la Venta' de Fernando Soto llega a La Latina en febrero

  • El jerezano homenajea a Lola Flores "para que la mejor artista que ha dado España no caiga en el olvido"

El intérprete jerezano Fernando Soto, durante uno de sus espectáculos.

El intérprete jerezano Fernando Soto, durante uno de sus espectáculos. / manuel aranda

De comienzo a fin, el foco de luz no se despista de la bata de cola. Catorce músicos en un solo latido. Y el artista que pasea la escena, que baja al patio de butacas, que se entrega y se deshace en las coplas. Todo con un objetivo, "que la mejor artista que ha dado España no caida en el olvido". De paisano a paisano, de artista a artista, de fuerza de la naturaleza a fuerza de la naturaleza. Fernando Soto homenajea a Lola Flores en La Niña de la Venta, un espectáculo que el próximo mes, el 14 de febrero, viaja al madrileño teatro de La Latina.

"Yo estoy luchando por la mejor que ha dado España, para que después de 21 años de su muerte no sea olvidada, aunque eso es difícil porque ella tiene una obra tan buena como Federico García Lorca, ella era de esa estirpe, de la estirpe de artistas cuyo trabajo seguirá vivo aun pasen 100 o 200 años". Con entregada admiración, el intérprete jerezano explica el motor de su último espectáculo con el que se inauguró el ciclo dedicado a Lola Flores en su tierra "y que posiblemente lo cierre porque fue mucha la gente que se quedó sin entradas para el Villamarta", adelanta.

En el recital, que estará en Madrid el 14 de febrero, le acompañan catorce músicos

En este recital, con una puesta en escena efectista, dominada por "una bata original de Lola que nos ha cedido la familia Flores", descubre, el artista desgranará los temas que Lola "llevaba sí o sí en sus espectáculos". "Las canciones de La Niña de la Venta son los temas imprescidibles de ella, los que no podían faltar y los que el público reconoce al instante, además son las canciones que han forjado en mis venas y en mi sangre toda la admiración que le tengo", explica el intérprete que recuerda cómo siendo aún un chiquillo de colegio le impactó "fuertemente" la muerte de Lola. "Ya cuando tenía unos 16 años empecé a interesarme más por lo que había hecho y reconocí su arte. Me enganchó, la verdad, en la adolescencia porque de más pequeño yo era muy pantojero pero desde que descubrí a Lola y la estudié a fondo se convirtió en mi musa".

La Niña de la Venta atesora también todo ese bagaje sentimental de Soto con unos arreglos musicales "que tienen mucho sabor a lo antiguo pero, claro, con la personalidad de los músicos jóvenes que tocan". Un elenco de catorce profesionales donde no falta sección de cuerdas, vientos y el cuadro flamenco con el guitarrista sevillano Pedro Espinosa al frente.

Soto está muy "ilusionado" con su actuación en Madrid ya que "por todas partes que ha ido" el espectáculo ha recibido por parte del público "muy buena respuesta". "Tengo a toda España revolucionada y loca por verlo porque las críticas han sido muy buenas y, modestia aparte, creo que es un recital muy bueno, muy conseguido musicalmente con cosas que no se escuchan hoy en día". Y con un artista que se transmuta y que lo da todo. "Esto te lo aseguro", promete.

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