Cultura

Nuevas variaciones artísticas

Quizás el nombre de Eugenio Chicano pueda coger un poco lejos en el panorama artístico gaditano. Su área de influencia se desarrolla más por tierras malagueñas, en cuya capital de la provincia nació en 1935. Sin embargo les puedo asegurar que se trata de uno de los artistas andaluces que más proyección tuvo en el exterior, que más se significó porque la plástica española tuviera un reconocimiento internacional y, además, cuando los convulsos tiempos sociales reconquistaron su normalidad, un luchador nato por el arte que se hacía en Málaga y porque sus artistas tuvieran el reconocimiento que su obra merecía, organizándose muestras antológicas de los artistas más significativos de aquella ciudad. Fue el primer Director de la Fundación Pablo Ruiz Picasso, dedicándose con empeño a poner en orden el importante legado que existía en la ciudad sobre el genial pintor. Al mismo tiempo, Chicano ejerció con entusiasmo su labor creativa, marcando rutas importantes y dejando testimonio de una obra comprometida donde las reminiscencias del pop siempre estuvieron muy presentes.

La exposición que llega a Cádiz de la mano de UNICAJA nos sitúa en los estamentos de un artista que conoce como nadie los entresijos de la Historia del Arte, que aborda sin complejos la obra de Picasso y que otorga guiños de complicidad a las nuevas tecnologías.

Eugenio Chicano presenta en los espléndidos espacios del Castillo de Santa Catalina la muestra "Eugenio Chicano. Visitación al bodegón clásico", compuesta por 29 acrílicos sobre tela donde se observan claramente tres elementos de manera constante: un fondo tomado de 'La Californie' de Picasso, de 'Le déjeuner sur l'herbe' o la mesa de un bodegón del mismo autor; un jarrón con flores de los siglos XVII al XIX de autores varios y un icono perteneciente al ordenador.

Las obras plantean un revisionismo de la obra de arte. El autor se apropia de elementos iconográficos de artistas importantes que han desarrollado de manera significativa el tema del bodegón - Zurbarán, Sánchez Cotán, Caravaggio, Juan de Arellano, Jean Baptiste Simeon Chardin, Il Pitochetto o Luis Eugenio Meléndez, entre otros -, crea una escenografía desde la obra picasiana y, a modo de moderno señuelo, un icono informático. El resultado es una original obra donde se yuxtaponen elementos dispares hasta crear una ambientación llena de entusiasmo popular.

Eugenio Chicano hace gala, una vez más, de su inteligente patrimonio artístico, de su conocimiento de la Historia del Arte y de su fácil capacidad para recrear un escenario donde todo es posible gracias al entusiasmo creativo de un artista inteligente.

La exposición, llena de amabilidad y atractivos - la finalidad del arte pop se hace con Chicano absoluta realidad - nos conduce por un Arte que se nos hace comprensible, fácil y llena de particularidades.

Estamos ante un Chicano en estado puro, un artista cercano, que sabe cómo hacer presente los entusiasmos creativos de un arte sin complejos, donde todo tiene cabida si se es capaz de hacerlo con trascendencia artística.

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