Cultura

Las 'Obras completas' del psiquiatra con alma de filósofo

  • Un Madrid "soleado y republicano" acogió la presentación de la recopilación de textos del sanroqueño, en la sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes

"En un Madrid republicano y soleado", tal como destacó el vicerrector de Política Científica de la Universidad de Córdoba, Enrique Aguilar, la Fundación Castilla del Pino presentó ayer por la tarde las Obras completas del psiquiatra y escritor sanroqueño Carlos Castilla del Pino, fallecido en 2009 a los 87 años en Córdoba. Gracias a la colaboración de la propia Universidad cordobesa y de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, este proyecto de 14 volúmenes repletos de psiquiatría y humanismo de la fundación cordobesa vio la luz.

En realidad, la sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes sirvió para la presentación física de los volúmenes 6 y 7, que recogen la obra Introducción a la Psiquiatría, publicada por primera vez en 1978 y 1979 como una teoría propia de Castilla del Pino sobre el sujeto, basada en el lenguaje. En palabras del psiquiatra y secretario de la Fundación Carlos Castilla del Pino, José María Valls, este texto es su "obra central", donde "parte de una teoría general para aplicarlo a casos concretos". Además, agregó que estaba agotado y siguen siendo muy solicitado por alumnos y defensores, y defendió su reactualización una vez superaba la etapa caótica de la Psiquiatría. "El texto aporta un modelo epistemológico y una concepción muy precisa", añadió este discípulo de Castilla del Pino.

Valls explicó también que las obras completas se han dividido en cuatro etapas diferencias a pesar de que admitió las dificultades para trazar fronteras en la prolífica obra del sanroqueño.

La parte científica protagonizará los 10 primeros volúmenes. Entre éstos destacan ejemplos como Un estudio sobre la depresión, "que fue producto de su trabajo con el psicoanálisis o la psicología marxista", señala Valls; su Introducción a la hermenéutica del lenguaje, "donde comienza a sustituir el marxismo por el análisis del lenguaje y la filosofía analítica", o Teoría de la alucinación, El delirio: un error necesario y, sobre todo, Teoría de los sentimientos. En éstos, explicó Valls, "usa el modelo sociológico para definir las relaciones entre el espacio público, el privado y el íntimo, siempre a través del lenguaje y la conducta".

Los cuatro últimos se centran en su obra literaria: sus Memorias, Pretérito imperfecto y Casa del olivo; sus dos novelas, El discurso de Onofre y Una alacena tapiada, así los numerosos artículos y ensayos que escribió en prensa sobre arte y literatura.

A pesar de que Castilla del Pino destacó principalmente como psiquiatra, tal como recogen estas Obras completas, Amelia Valcárcel, filósofa y amiga, defendió que el sanroqueño fue sobre todo un "filósofo fenomenológico y un hermeneuta" con un "considerable saber clínico". No obstante insistió en que habrá que esperar aún algún tiempo para calibrar su verdadero "tamaño".

Valcárcel lo definió también como "un verso suelto" que "estaba fuera de todos los grandes lugares de poder que podían estar interesados en promocionarle". "Era demasiado anarquista, demasiado ácrata, aunque fuera una persona muy seria. Se puede ser una persona muy seria y ser enemigo de que te ordenen cosas. Los que no estábamos en esos centros de poder conformábamos su frágil comité de apoyo, y nos enfrentamos a una herencia que no podemos sostener", explicó esta prestigiosa filósofa. Por su parte, Enrique Aguilar atribuyó los problemas que halló Castilla del Pino para acceder a la cátedra de Psiquiatría no a la propia Universidad sino a "grupos de señores cercanos al fascismo", y recordó que, por fin, en la Universidad de Córdoba, en los años ochenta, se rompieron las vallas que le impedían alcanzar uno de sus sueños más perseguidos por el pensador gaditano.

El vicerrector cordobés aseguró que la Universidad de Córdoba apoyó desde el primer momento a la Fundación Carlos Castilla del Pino para que no se perdiera su obra, y se mostró convencido de que "hoy estaría feliz" en la presentación de sus obras completas "en un Madrid republicano y soleado". Pocos momentos antes de que Aguilar pronunciara estas palabras, una manifestación por la República pasó justo por la puerta del Círculo de Bellas de Artes.

Aparte de Aguilar, Valcárcel y Valls tomaron la palabra el profesor de Historia de la Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, José Lázaro, y el psicoanalista y escritor argentino Arnoldo Liberman. El acto de presentación, que contó con la presencia de la viuda de Castilla del Pino, la profesora Celia Fernández Prieto, y una treintena de personas más, fue moderado por el periodista Juan Ángel Vela del Campo.

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