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Olor a sangre y pólvora

  • Javier Reverte cuenta "lo que era el campo de batalla" en una novela que cierra su trilogía sobre la España de la Guerra Civil.

Javier Reverte (Madrid, 1944), en el Hotel Inglaterra de Sevilla, uno de los escenarios de su novela.

Javier Reverte (Madrid, 1944), en el Hotel Inglaterra de Sevilla, uno de los escenarios de su novela. / Belén Vargas

En un pasaje de la nueva novela de Javier Reverte, Banderas en la niebla (Plaza & Janés), el torero José García Carranza El Algabeño se encuentra con una de sus amantes, Catalina Gordon, en un hotel. Ya en la cama, ella le apunta al hombre que su cuerpo huele "a algo extraño", y él le responde que, supone, "a sangre y a pólvora". El autor ha querido que sean esos aromas, precisamente, los que desprenda su último libro, que cierra la trilogía sobre la España de la Guerra Civil y la posguerra Venga a nosotros tu reino y El tiempo de los héroes. "La Guerra Civil tiene muchos libros, se ha hablado en ellos de la política o de los fusilamientos, pero en muy pocos se ha contado lo que era el campo de batalla. Yo echaba de menos eso; he querido contar cómo era la guerra en esos sitios, que oliera a pólvora y a sangre. La toma de Sevilla, por ejemplo, está narrada como si se tratara de un libro de guerra: cómo avanzan, cómo ocupan las calles...", opina.

Igual que en los anteriores títulos, el novelista ha aplicado "la técnica narrativa de la ficción" para abordar "una historia real. He incorporado a los hechos un poco de imaginación, no de fantasía", explica Reverte. Desde la inventiva ha revivido al Algabeño, que Reverte define como "un torero tosco, según decía Cossío, pero valiente y que mataba bien. Las mujeres lo veían apuesto y él se aprovechaba de ello. La novela empieza con él en un palacio de Madrid, haciendo el amor con una duquesa. ¿Que quién es esa duquesa? Cualquiera sabe", bromea el autor, que no da nombres pero precisa en la novela que se trata de "la más importante aristócrata de España, casi una reina". Los rasgos del Algabeño, más allá de ese apunte de crónica rosa, conecta con el estereotipo de señorito andaluz, "de latifundista. Es uno de los hombres que ha dado cuerpo a ese tópico. Hoy ya no te encuentras esa intransigencia, esa manera de explotar a la gente, ese trato con las mujeres...", sostiene el narrador.

El torero El Algabeño y el poeta John Cornford, muertos en Lopera, protagonizan el libro

El diestro responde a un arquetipo "igual que era un arquetipo el coprotagonista", John Cornford, un joven poeta cultivado en las élites del pensamiento británico, bisnieto de Darwin, relacionado con los intelectuales de Bloomsbury y estalinista. "Cornford representa el idealismo de esos jóvenes que venían a España a luchar, que sabían que había que derrotar a Franco por su apoyo a Hitler y Mussolini y creían que aquello era la primera trinchera de la Segunda Guerra Mundial", cuenta Reverte de una novela en la que "dos vidas muy diferentes se encuentran en el campo de batalla, dos hombres mueren con apenas horas de diferencia". Una novela, añade, "muy andaluza, porque casi empieza en Sevilla y acaba en la batalla de Lopera, en Jaén".

En el proceso de documentación, sorprendentemente, el novelista encontró "más documentación de Cornford que del Algabeño. Es raro que no tenga un libro alguien tan conocido, que en la posguerra fue considerado un héroe. Hay un cuento de Chaves Nogales que describe cómo eran las campañas de los caballistas en los pueblos [La gesta de los caballistas, de A sangre y fuego], pero poco más".

Al final del libro, Reverte defiende la ficción como un modo de transmitir la Historia y "corregir con la imaginación los desmanes del mesianismo" desde el que a veces se ha contado lo sucedido. "Yo no quería hacer un libro de buenos y malos, pero hay hechos objetivos que son innegables. Que el levantamiento armado fue contra una legalidad democrática como la República, por ejemplo, es algo irrefutable. Luego, en el horror de la guerra, se mezcla todo: el heroísmo, la traición, la crueldad. En muchos de esos pueblos donde se llevó a cabo la represión, antes se habían producido matanzas de ricos por parte de gente de izquierdas. Yo quería hacer un libro sobre la guerra, pero la guerra, precisamente, no es bonita".

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