Cultura

La Rusia de Kandinsky

La Rusia de Kandinsky

La Rusia de Kandinsky

No saben ustedes la envidia que siento cada vez que voy a Málaga. Hasta allí me traslado desde esta ciudad, la nuestra, de más de doscientos mil habitantes y con una oferta museística y expositiva sobre Arte Contemporáneo casi nula - unas pocas muestras al año y punto - y una desesperante falta de interés institucional por lo artístico. Se llega a la capital de la Costa del Sol y el amante del Arte se siente en el paraíso. La oferta es absolutamente abrumadora. Pero la aplastante cantidad no es lo importante; lo realmente significativo es la calidad que se desprende de muchas de las programaciones de las entidades artísticas existentes. Les pongo algún ejemplo. En el Museo Ruso, dos exposiciones de absoluta trascendencia: "Kandinsky y Rusia" y "La Dinastía de los Romanof"; en el CACMálaga, aparte de la colección permanente, tres eventos de gran importancia, " El corazón manda" de Santiago Ydáñez, "Relatos del alma" de la fotógrafa holandesa Danielle Van Zadelhoff y una videocreación, de los artistas suizos Peter Fischli y David Weiss; en el Museo Carmen Thyssen una muestra, "La apariencia de lo real", con lo mejor de la pintura realista española contemporánea; en el Centro Pompidou la exposición del famoso diseñador Philippe Starck. El Museo Picasso de Málaga, además de los picassos existentes en la exposición permanente, nos presenta un auténtico lujo: la espectacular muestra titulada "Bacon, Freud y la Escuela de Londres", el feliz encuentro con la mejor pintura inglesa contemporánea. Hay mucho más, pero que mucho más. ¿Saben lo que tenemos, ahora mismo, en la que dicen que es la quinta ciudad de Andalucía?: una exposición de escasa importancia en una sala municipal. Nada más. Como para no sentir envidia. Pero bueno, tenemos la suerte de poder desplazarnos hasta Málaga y poder disfrutar de lo que allí se ofrece.

En la antigua Fábrica de Tabacos, la espléndida sede del Museo Ruso, ese que dirige sabiamente José María Luna Aguilar, se nos ha presentado una muestra de uno de los artistas rusos más importantes, el gran Vassily Kandinsky, ese gran pintor al que el Arte le debe tanto y que tantas han sido las circunstancias que han deparado su existencia para bien de lo Contemporáneo.

KANDINSKY y RUSIAMuseo RusoMÁLAGA

No se trata de una exposición más del gran artista. Muchas han tenido lugar y de todas ellas hemos aprendido las infinitas situaciones artísticas que han rodeado a uno de los creadores con más influencia en el Arte actual. Se trata de una muestra mucho más íntima, más personal, aquella que sitúa al artista en su entorno más familiar, allí donde gesta su preclara andadura y se comienzan a poner los cimientos sustentantes de un Arte que, desde él, ya sería absolutamente distinto. Estamos ante una muestra de un Kandinsky más joven, aquel que, desde su Rusia natal - había nacido en Moscú en 1866 - fue escribiendo capítulos de una historia que cambiaría la forma de concebir la pintura. Una exposición en la que comprobamos la estrecha relación del pintor con su tierra, la influencia de la Rusia popular en su pintura, el contacto con el arte y los artistas de aquellas tierras a las que estaba muy unido y por las sentía un infinito cariño. Nos encontramos las obras primeras del artista, las que estaban impregnadas de la esencia de la Rusia campesina, también muchas de las que eran afines a un simbolismo que, después, eclosionarían en las determinantes obras de "El Jinete Azul" - Der Blaue Reiter - inicio de todo lo grande que llegaría más tarde.

"Kandinsky y Rusia" no es una exposición de Vassily Kandinsky; es un recorrido por una historia de amor entre un artista y aquel primer mundo que le tocó vivir. Por eso, la muestra nos conduce, además de por sus obras, por una serie de objetos extraídos del universo popular ruso, aquellos que tan cercanos tuvo y que les sirvió de pura referencia en muchas de sus pinturas, así como, por una serie de pinturas de artistas coetáneos y que compartieron con él muchas de sus inquietudes - Nikolai Roerich, Yelena Polénova, Apollinari Vasnetsov, Dimitri Stelletski, Mijail Lariónov, entre otros.

Estamos, pues, ante una muestra distinta. En ella nos encontramos la estrecha relación de Vassily Kandinsky y una Rusia que influyó determinantemente en su pintura, en esa espiritualidad del Arte que tanta preocupación le proporcionara para su poderosa y definitiva concepción de lo artístico.

Como digo siempre que voy a Málaga, que cerca está para encontrarnos con lo mejor del Arte y que lejos está de las cortas luces artísticas que, aquí, nos alumbran.

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