Cultura

Sellars traerá al Real la obra sobre la muerte de Lorca imaginada por Xirgu

  • El director de escena estadounidense trae a Madrid 'Aindenamar', del compositor argentino Osvaldo Golijov · El montaje combina flamenco, ritmos afrocubanos con melodías árabes y judías

El director de escena estadounidense Peter Sellars trae esta temporada al Teatro Real de Madrid la obra del compositor argentino Osvaldo Golijov (nacido en 1960) Aindenamar, que cuenta la muerte de Federico García Lorca tal y como se la imagina desde el exilio latinoamericano su amiga, la gran actriz Margarita Xirgu.

El año de su propia muerte, en 1969, la Xirgu rememora entre las bambalinas del Teatro Solís de Montevideo en presencia de su alumna Nuria los 42 años transcurridos desde el estreno de la Mariana Pineda, de Lorca.

Se trata de una composición que combina el cante jondo con grabaciones del sonido del agua, ritmos afrocubanos, sones de guitarra, percusión, marimbas y fanfarrias, así como melodías árabes y judías en un gran sincretismo musical.

Para Lorca, explicó a este periodista con motivo de su estreno de la versión concertante en Londres el propio compositor, María Pineda no representaba una ideología determinada sino que era "expresión viva de la libertad". La música trata de expresar la idea de que "los muertos no están muertos si pervive su obra".

Peter Sellars coincide con Golijov: "Lorca se resiste a ser un mártir político. Su muerte no es heroica. El poeta está asustado como un niño pequeño. Y eso es precisamente lo más conmovedor de la obra. No tiene nada de Tosca. La muerte final en la ópera Tosca (Puccini) es como la forma fascista de encararla. Por eso le gustaba tanto a Benito Mussolini".

"Lorca rechazó toda demagogia, se negó a ser utilizado como cartel político. Quería ser libre de toda etiqueta ideológica. Y el más hermoso logro musical de la obra de Osvaldo es precisamente la escena de la muerte de Lorca con esas bellísimas oraciones porque en ese momento último, incluso la gente que no cree en Dios comienza a creer en algo", dice el director.

Para su puesta en escena, que ya se vio en el estreno de la ópera revisada en Santa Fe (EE UU), Sellars utiliza los decorados de Gronk, a quien califica de "uno de los fundadores del arte chicano de los años setenta".

"Fue un gran movimiento artístico, de resistencia política y al mismo tiempo una manifestación de belleza en medio de la horrible arquitectura del este de Los Àngeles. Aquellos murales representan una denuncia de la brutalidad de la policía en sus barrios. Son obras de fuerte carga política que ponen de manifiesto algo negado en la historia oficial de la ciudad".

"Recurriendo también a la estética cubista de los artistas uruguayos y argentinos, Gronk ha creado un paisaje en el que las fosas comunes con los miembros descoyuntados de los cadáveres son las semillas que un día volverán a germina r", explica Sellars.

El director estadounidense se pregunta, sin embargo, cuál será la reacción del público español ante esta obra ya que, señala, no es la visión del asesinato de Lorca desde la propia España sino desde el exilio.

"Algunos tal vez digan, ésta no es nuestra historia, pero la cuestión de la muerte de Lorca no ha sido aún resuelta definitivamente y sigue teniendo una fuerte carga política. Es interesante evocarla de forma poética y hacerlo además desde otras partes del mundo".

"Lorca pertenece ya al mundo, y en cierto modo él se descubrió como artista también en Nueva York y como persona en Cuba. Es un icono español que estuvo mucho tiempo prohibido en su propio país. Pero está vivo y presente en todos esos lugares".

Para el director estadounidense, otrora considerado como un enfant terrible de la ópera, pero con una fuerte tendencia a la espiritualidad en sus últimas producciones, entre ellas el San Francisco de Asís, del francés Olivier Messiaen, Aindanamar es en cierto modo el sueño de una Andalucía de antes de la expulsión de los judíos y los moros, la promesa de una coexistencia en la diversidad.

"En esa Andalucía se unen las tradiciones del Oriente y el Occidente, del Norte y el Sur. Allí conviven tradiciones muy espirituales con una profunda filosofía y una hermosa sensualidad", señala Sellars, que destaca por otro lado la belleza melódica de la música de Golijov, lo que le aproxima en cierto modo a Chaikovski.

Aindanamar será la segunda colaboración de Sellars con su viejo amigo Gérard Mortier, el director artístico del coliseo madrileño, en esta temporada .

Actualmente el Teatro Real tiene en cartel su particular versión de dos obras muy poco conocidas, pero bellísimas, de sendos maestros rusos, Chaikovski (Iolanta) y Stravinski (Perséphone), ambas en la misma función bajo la dirección musical del joven maestro griego afincado en Rusia Teodor Currentzis y con un conjunto de excelentes voces solistas de ese país.

Se trata, como explica el propio Sellars, de sendos "viajes espirituales" y de hecho Iolanta, última ópera que compuso Chaikovski, es, al igual que La Flauta Mágica, un viaje hacia la luz en un momento especialmente triste de la vida de su autor.

Chaikovski iba a suicidarse poco tiempo después, explica Sellars, que la asocia también al famoso Réquiem de Mozart, obra en la que el compositor salzburgués parece presentir ya su pronto final, algo que las hace "especialmente conmovedoras".

Stravinski compone su Perséphone, en la que la protagonista desciende movida por la compasión voluntariamente a los infiernos para consolar a los moradores de ese mundo de sombras, mientras vive con su amante en París y su legítima esposa yace moribunda y pobre en un sanatorio suizo.

"Son ambas obras personalísimas que por distintas razones fracasaron en su estreno, pero cuya profundidad hemos descubierto sólo ahora", dice Sellars.

El director norteamericano, que ha trabajado con algunos de los más destacados compositores de vanguardia, como John Adams o la finlandesa Kaija Saariaho (La pasión de Simone), prepara con el primero una nueva ópera que sigue a su oratorio El Niño y que se basa en la Pasión de Jesús, vista por las mujeres que estaban al pie de la cruz.

Su estreno está previsto para mayo en la Ópera de los Ángeles bajo la dirección del maestro de la batuta venezolano Gustavo Dudamel.

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