LA CRÍTICA

Sonidos de una época inolvidable

Tomatito, durante un instante de su concierto realizado en el Baluarte de la Candelaria.

Tomatito, durante un instante de su concierto realizado en el Baluarte de la Candelaria. / almudena torres

No es fácil estructurar un concierto de guitarra sin caer en la monotonía. Porque ya se sabe, todo lo que sean excesos acaban por empachar. Eso lo tiene claro José Fernández 'Tomatito', de ahí que el telón del nuevo Estival Flamenco, la apuesta veraniega de la Fundación Cajasol y el Ayuntamiento de Cádiz para vestir de gala al Baluarte en estos meses de julio y agosto, no puedo levantarse de la mejor manera.

Fue más de una hora y media de concierto, hora y media de sensaciones, de sonidos y de perspectivas, porque si algo tiene la guitarra del maestro almeriense es esa capacidad de adaptación que le ha hecho grande. Por momentos emergió su figura solista como un coloso inalcanzable, por momentos acompañó el cante, y por momentos fue guitarrista de atrás para endulzar el baile de Antonio El Polito, que lleva en su ADN el gen Farruco.

En todo ese proceso hubo guiños a Paco de Lucía, a Camarón, a Diego del Morao y sobre todo a la música, porque aunque su raíz es flamenca, Tomatito es músico, y capaz de sentirse igual de cómodo acercándose al jazz que dando forma al Romance de Curro Palmo (una maravilla de adaptación y ritmos) o interpretando unas alegrías.

Evidentemente, su sonido, su manera de tocar tiene adherido desde hace años el estigma de Camarón, que en este año en el que se celebran los cinco lustros de su muerte, también tuvo su sitio. Todo lo que hace suena al genio de La Isla, desde el simple rasgueo, al poderoso alzapúa y sobre todo muchas de las falsetas de bulerías que han pasado a la historia del flamenco porque ilustraban el cante de José Monje Cruz. Él lo sabe, pero lejos de explotarlo de una forma agresiva y cansina, que también podría ser por aquello de lo que significa, las distribuye con elegancia hasta el punto de acabar engrandeciendo su concierto. Su eclosión, no obstante, fue al ejecutar con tremenda vitalidad 'La Leyenda del tiempo', un tema readaptado para el cante de Antonio 'El Ingueta' y Mari Ángeles Fernández y donde la percusión de Israel Suárez 'Piraña' fue espectacular.

Precisamente el Piraña es quien toma el mando en muchos momentos de la noche, sólo cuando Tomate suelta el timón y decide descargar el foco principal en el resto de 'invitados'. Eso sí, el percusionista, durante años fiel escudero de Paco de Lucía, es un verdadero hombre orquesta, con gran sentido del compás y absoluto dominador del contratiempo.

En medio de la noche, otra estrella en el horizonte, Alonso Núñez 'Rancapino'. Con su clásica humildad y esa sonrisa socarrona, el chiclanero fue el invitado de lujo de esta primera velada en el Baluarte. Subió acompañado de Tomatito al escenario para hacer soleá. "Se la voy a dedicar a mi primo Tomate", dijo antes de recorrer estilos como el de La Serneta o Frijones.

Por alegrías se peleó con el cante sin miedo a la derrota, exhibiendo tablas y dejando algún que otro destello de grandeza. José, mientras tanto, se esforzaba al límite para no perder su estela, que no es fácil. Lo mejor, en cambio, fueron los dos fandangos (en especial el segundo, de la Calzá) con los que cerró su aparición. Genio y figura, Rancapino.

Tras el impás cantaor, Tomatito recuperó el cetro para alternar sonidos vanguardistas y de corte jazzístico, muy en la línea que asume con el pianista Michel Camilo, aunque sin olvidar su procedencia flamenca.

El Estival Flamenco continuará el próximo jueves 27 de julio con el cante como protagonista, pues en el escenario del Baluarte de la Candelaria coincidirán tres mujeres con metales y conceptos cantaores muy distintos. Mayte Martín, Rosario La Tremendita y la joven María Terremoto protagonizarán esta segunda velada, que de momento tiene el listón bastante alto.

LA CRÍTICA

Guitarra: Tomatito. Segunda guitarra: José del Tomate. Reparto: Mari Ángeles Fernández y Antonio El Ingueta. Percusión: El Piraña. Día: 20 de julio. Lugar: Baluarte de la Candelaria (Estival Flamenco).  Aforo: Lleno.  

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