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El alma del retrato

El alma del retrato

El alma del retrato

El pintor Julio Rodríguez es suficientemente conocido en los ambientes artísticos de nuestra zona, ocupando, últimamente, sus obras importantes espacios expositivos - La sala Pescadería, donde vuelve a comparecer, ahora, con una muestra de retratos, la sala Arteadiario y la gaditana Rivadavia -. Es, además, un autor que se hace cercano participando en cuantos proyectos colectivos se le llama y colaborando generosamente para beneficios de toda índole.

Julio Rodríguez es artista adscrito a una figuración que tiene muchos seguidores a los que su pintura no deja indiferente. Dominador de la escena pictórica y habilidoso manipulador de los entramados constitutivos, sabe desarrollar un realismo fotográfico de gran efecto visual, que convence al que lo mira por su indiscutible fortaleza plástica, por su concienzuda línea dibujística que perfila sabiamente cualquier situación y por su curiosa puesta en escena, a veces, desde los íntimos recursos formales de un simple bolígrafo BIC.

JULIO RODRÍGUEZSala PescaderíaJEREZDominador de la escena, sabe desarrollar un realismo fotográfico de gran efecto visual

Ahora vuelve, por segunda vez, a la sala municipal para manifestar su sabia teoría representativa sobre el retrato; faceta esta que a Julio Rodríguez no le queda, ni mucho menos, ancha, todo lo contrario; pues sabe afrontar con la máxima solvencia una realidad que no es fácil y a la que no todos son capaces de llegar con soltura. Para esta comparecencia en la Pescadería Vieja ha dividido la muestra en dos partes perfectamente diferenciadas a las que une la fortaleza de un dibujo preclaro que no ofrece duda alguna. Por un lado nos encontramos una entrañable galería de personajes populares que, por sus maneras y actitudes, son cercanos a la mayoría y están presentes en ese íntimo espacio de nuestra conciencia en el que gozan de todo el respeto; son esos otros personajes insustituibles que existen en nuestro entorno y a los que todos les mostramos nuestro cálido y personal cariño. Aquí, Julio Rodríguez se decanta por el dibujo realizado a bolígrafo, consiguiendo con tan poco, unos máximos representativos absolutos y acercando la entrañable realidad de estos pobres desafortunados que aparecen representados con toda la dignidad que se merecen.

La segunda parte - y grueso de la exposición - la conforman una amplia galería de retratos con personajes conocidos del más amplio espectro social de Jerez, desde el torero Juan José Padilla hasta la escritora Pepa Parra, desde el popular Faustino Rodríguez, del Bar Juanito, hasta el tenor Ismael Jordi, desde el flamencólogo Pepe Marín hasta nuestro Premio Cervantes José Manuel Caballero Bonald, desde el guitarrista Bolita hasta el cantante David de María, desde Luis de Pacote, el gran Comandante Lara, hasta Rafael el del kiosco de la calle Arcos y, así, un amplio segmento de nuestra sociedad; personajes a los que Julio Rodríguez no sólo ha desentrañado la fidelidad al modelo sino que, al mismo tiempo, le ha extraído retazos de su alma. Con una solvencia inmensa en la utilización del grafito, estos retratos abordan, son suma trascendencia plástica, una realidad bien construida y sabiamente posicionada desde la fuerza determinante del dibujo.

La exposición de Pescadería nos conduce por una faceta artística a la que este artista extrae muy buenos compromisos plásticos y estéticos.

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