A vista de pájaro

La buena vida

La Casa de la Cascada es la obra que la historia de la arquitectura ha querido convertir en la más significativa del arquitecto Frank Lloyd Wright. Portada de la revista Time en 1938, con el tiempo dejó de ser la vivienda de fin de semana de una familia adinerada para convertirse en museo, tras ser declarada monumento nacional.

 

La singularidad del salto de agua inspiró al arquitecto que decidió hacer la casa no mirando a la cascada como pretendían sus propietarios sino sobre ella, de tal modo que fuera un elemento más de la vivienda. Siguiendo su filosofía de enlazar la casa con el entorno en el que se construye, las rocas del río se utilizaron para la parte baja del edificio, y sobre esta, se despliega el resto, construido con esas características bandas horizontales de hormigón armado.

 

El resultado es el producto de la audacia y la pasión del arquitecto, cualidades que necesitan complementarse con unos propietarios capaces de creer en esa persona, en cuyas manos están poniendo su dinero (una parte) y sus expectativas de una vida confortable. 

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