Es raro o, al menos, curioso observar la transformación experimentada por Jerez que, de no existir constancia alguna de actividades artísticas pictóricas, en poco más de una centuria pasa a ser la ciudad con el más alto porcentaje de artistas por densidad de población de toda Andalucía

Poco o ningún conocimiento tenemos sobre la práctica y desarrollo de las Artes Pictóricas en Jerez en periodos anteriores al siglo XIX. Sin duda, tuvo que haberla pero no hay vestigios que lo documenten fuera de la leyenda.

Sí, algo en la provincia nos evidencia la actividad de dos jerezanos.

En 1779, en Cádiz, la congregación de San Eloy, un gremio de plateros y orfebres de la capital que, notando la falta de formación dibujística en los aprendices de los talleres de orfebrería, decidió organizar una academia. Y, de este modo, se hizo, pero con el apoyo del Ayuntamiento que, para ayudar a financiar el proyecto, gravaba seis maravedíes por cuartillo de aguardiente y un peso por cada bota de vino. Así, se mantuvo lo que pronto sería la Escuela de Nobles Artes de Cádiz. Su primer director fue el escultor José Fernández Guerrero, padre del pintor jerezano y excelente retratista Joaquín M. Fernández Cruzado. En 1840, la Escuela propuso organizar una Exposición Nacional en Cádiz. Sería la primera de las Exposiciones Nacionales que se organiza en España.

Joaquín Fernández Cruzado y el también jerezano Juan Rodríguez Jiménez 'El Tahonero' o 'Panadero' fueron los primeros pintores románticos de España e irradiaron la nueva corriente artística al resto del país a través de Sevilla y Granada. Bien representados en el Museo del Romanticismo de Madríd, serían los precursores de esas dos grandes generaciones de artistas jerezanos que con tanto esplendor artístico pasearon el nombre de Jerez por toda Europa y América.

Si importante fue el gran desarrollo económico y social que experimenta Jerez en el siglo XIX debido a la expansión de sus industrias vinateras y agrícolas, no menos importantes fueron, para su desarrollo cultural, el interés, pasión e ilusión que aportaron personajes como José Bueno Noesa, el pintor José M. Rodríguez de Losada, Fernando Reguera, Pedro Lassaletta, Germán Álvarez de Algeciras, las hermanas Ysasi, Guillermo Garvey y Capdemon (mecenas de José Gallegos Arnosa), José Juan Fernández de Villavicencio marqués del Castrillo (mecenas de Salvador Sánchez Barbudo), y otros personajes implicados en el desarrollo cultural de Jerez e instituciones como la Biblioteca Pública Municipal, Sociedad de Ciencias Letras y Arte, Ateneo Científico, Literario y Artístico, Prensa Local y demás empresas e instituciones que iban surgiendo en la ciudad debido, en parte, a esa bonanza económica.

En 1878 se creó en Jerez la Academia de Bellas Artes de Santo Domingo, fundada por Fernando Reguera, Pedro Lassaletta, José M. Rodríguez de Losada y otros asociados a tan ilusionante empresa, que daría un empuje definitorio a la formación artística en nuestra ciudad.

Tras los precursores de esta época tan interesante de la cultura jerezana, surgió en Jerez una primera generación de artistas y pintores, como son Luis Sevil, José M. Rodríguez de Losada, Álvaro Mirón y Duque, Camacho y Gámez, Domingo García Díaz y González Agreda. Este periodo dio paso a la más brillante etapa de la historia de la pintura en Jerez, con personalidades como José Cala Moya, Manuel Muñoz Otero, Juan Comba, José Lafita Blanco, José Montenegro Capel, Salvador Sánchez Barbudo y José Gallegos Arnosa. Tanto de Sánchez Barbudo como de Gallegos Arnosa, se cumple en este 2017 el I centenario de su muerte en Roma.

Las obras de algunos de nuestros artistas se encuentran colgadas en las más importantes pinacotecas de Europa y en las más prestigiosas colecciones de entidades como el Museo del Prado, el Museo Romántico de Madrid, Thyssen de Madrid y Málaga, Museo Provincial de Cádiz, Museo de Sevilla, el Museo de Batzán, el Museo del Hermitage de San Petersburgo y Amsterdam, Manta en Finlandia o Colección Rothschild, entre otros. Ah, olvidaba el Museo de Bellas Artes de Jerez, ¡la gran vergüenza! Aunque siempre nos quedará la 'Pinacoteca de Papel'.

Juan Manuel Rodríguez Pardo (Jerez, 1946) es historiador del arte y lleva más de 30 años investigando la pintura jerezana del siglo XIX por todo el mundo, con numerosas publicaciones y conferencias. Entre sus numerosos proyectos, está trabajando en la organización de una gran exposición dedicada Gallegos y Barbudo, así como un ciclo de conferencias a propósito para 2018, que cuenta con el apoyo municipal y ciertos patrocinadores privados.