"Una entrevista en acción". Así definió el fotógrafo jerezano Emilio Morenatti la charla que esta periodista mantuvo con él, a través del hilo telefónico, días atrás. Y puede parecer una banalidad, (muchos pensarán que es lo que tienen los teléfonos: que escuchas lo que hay al otro lado), pero jamás me había sentido tan cerca del mercado de Islamabad, en Pakistán. Escuchar la vida al otro lado del cable me transportó hasta allí, aunque con toda seguridad no llegue a imaginarme, ni acercarme siquiera, lo que realmente se cuece en esa parte del mundo. Quien sí lo sabe perfectamente es este joven fotógrafo, que me ayudó a entender de qué pasta está hecha la inconformidad. Bocinas y palabras en otro idioma en el mercado central de Islamabad tejen la banda sonora de la conversación.

Emilio Morenatti vive desde hace muy poco meses en Pakistán. Así, ya son varios los años que lleva en Oriente Medio. Trabaja para la agencia Associated Press desde 2001, su gran salto, después de haber formado parte de la plantilla de periódicos locales como Información Jerez o para la agencia EFE. "Aquí estamos apoyados por una red de fotógrafos locales en diferentes espacios. Aquí se cubre desde la muerte de Benazir Bhutto hasta lo que han provocado las pasadas elecciones", cuenta Emilio, que hasta el próximo 2 de marzo expone en el Museo de Cádiz sus fotografías de Palestina y Afganistán. Una muestra itinerante que casi con toda seguridad visitará Jerez antes de finales de año. "Es la primera vez que expongo de esta forma. Ha sido algo un poco inesperado. La verdad es que no soy muy partidario de este tipo de entorno social, pero el Centro Andaluz de Fotografía (CAF) contó conmigo para esta exposición. La verdad es que al final ha desembocado en algo que merece la pena. Me hubiera gustado llevarla a Jerez, aunque ya tengo algunos contactos que están interesados en mostrarla. Está teniendo muy buena acogida". Aunque se siente satisfecho, reconoce que su trabajo "no está hecho para estar en una sala, sino en un periódico. Creo que ha sido cosa de la casualidad y es que la suerte ha querido que yo haga esta exposición, en la que no hay una historia que tenga un principio y un final".

Mientras Morenatti pone el oído en la lista de preguntas, clava a la vez el ojo en lo que sucede a su alrededor. "Mientras hemos estado hablando (unos 15 minutos), no he parado de hacer fotos. Ha sido una entrevista en acción", asegura Emilio, emocionado.

Aunque para muchos estar en Pakistán no supone ningún atractivo, para Emilio estar allí es un lujo, un lugar que ha ido descubriendo poco a poco, y donde los 'guiris' brillan por su ausencia desde hace años. "La gente es aquí muy cariñosa y acogen con mucho afecto a los extranjeros. Que por qué quiero estar aquí, porque me gusta estar en la calle, en los escenarios. Vivir la vida en directo, ver lo que hay en otras culturas, sumergirme de forma directa. Palparlo todo. Me hace feliz. Esto es lo que me gusta, llegar a un sitio y que esté totalmente virgen de visitantes. Y sí, podría tener miedo, pero no contemplo esa posibilidad. Soy una persona muy positiva, al igual que mi mujer, Marta Ramoneda (fotógrafa), que vive conmigo. No podemos pensar todo el día que nos ocurrirá algo malo. Por ahora, dormimos cada noche en un sitio diferente. Creo que no tenemos miedo porque somos algo inconscientes y folloneros y nos gusta salir airosos de los problemas. Ahí es donde está un poco este arte".

Emilio no tiene predilección por estar en un destino u otro, le gusta tanto Asia, como África..., "cualquier cultura me es atractiva".

Emilio se marchó de Jerez hace ya diez años, "un poco tarde", pero "ahora que estoy fuera, entiendo que es muy difícil volver. Echo de menos España, estar ahí. Pero, sé que volveré allí cuando se me agoten las pilas".