El rumano Calin Peter Netzer cerró ayer con una convincente historia de desamor, Ana, mon amour, el desfile de las aspirantes al Oso de la Berlinale, con Aki Kaurismäki encabezando las preferencias generales, lo que no necesariamente implica que vaya a ser esta la opción del jurado presidido por Paul Verhoeven.

Cuatro años después de ganar el Oro con Pozitia Copilului (Madre e hijo), un tortuoso retrato familiar alrededor de una mujer acostumbrada a mandar, Netzer regresó al festival con un filme disfrazado de historia de amor entre un muchacho de buena familia y una chica de bajo estrato.

Fue un muy buen cierre para la ronda de los 18 aspirantes al Oso, por mucho que implicaba un cierto esfuerzo del espectador por no perder el hilo cronológico de lo que se muestra o insinúa, en unos personajes en los que el paso del tiempo se identifica, básicamente, por sucesivos cortes de pelo.

Ana, mon amour compartió la jornada a competición con Hao Ji Le (Have a Nice Day), de Liu Jian, una imaginativa película de animación también envuelta en cierto galimatías y que gira en torno a un bolso con un millón de yuanes en su interior.

El chileno Sebastián Lelio, el finlandés Aki Kaurismäki o el coreano Hong Sang-soo, según la crítica especializada, están entre los favoritos para hacerse hoy con el Oso de Oro de esta edición de la Berlinale.