El escultor Francisco López Hernández, perteneciente al grupo conocido como Realistas de Madrid, falleció ayer a los 85 años en la capital española, su ciudad natal. La inspiración clásica y su "impecable sentido del oficio" fueron dos características fundamentales de López Hernández, destacó Guillermo Solana, director artístico del Thyssen-Bornemisza y comisario junto a María López de la exposición que el museo dedicó al mencionado grupo artístico entre los meses de febrero y mayo del pasado año.

Francisco López Hernández formaba parte junto a su mujer, la pintora Isabel Quintanilla, del grupo generacional de pintores y escultores que vivieron y trabajaron en Madrid desde la década de 1950, unidos tanto por el vínculo de su formación y de su trabajo como por sus relaciones personales y familiares. Además de por este matrimonio, el grupo estaba compuesto por su hermano, Julio López Hernández, autor de la escultura de Antonio Machado que preside la entrada del Palacio de las Dueñas; la esposa de éste, la pintora Esperanza Parada; el pintor Antonio López; su mujer, María Moreno; y Amalia Avia. Aunque no todos ellos habían nacido en Madrid, esta ciudad fue el lugar principal de residencia y trabajo.

Desde los años 70, el artista participó en numerosas exposiciones en Francia, Suiza, Estados Unidos y Alemania, donde, a raíz de una exposición en el Kunstkabinett de Frankfurt, se acuñó el concepto de "realismo español" para referirse a la obra de este grupo de artistas.