Cultura

Una gala de Banderas y de 'Relatos'

  • La película de Damián Szifrón, la gran triunfadora de la noche Óscar Jaenada, mejor actor, y Erica Rivas, mejor actriz El actor malagueño recibe el Platino de Honor

Al César lo que es del César y a los hispanos lo que es nuestro. El cine latinoamericano ha tenido un sueño y ese está más vivo que nunca. Su producción audiovisual no sólo goza de buena salud sino que nada tiene que envidiarle a la estadounidense. El gran protagonista de la noche del pasado sábado, el malagueño Antonio Banderas, recibía ese día el premio Platino de Honor en una cantera del Starlite de Marbella vestida de gala no sin antes reivindicar la unión de los países invitados al evento para, juntos, iniciar "un camino que nos ayude a consolidar el respeto que ha alcanzado la filmografía latina y reivindicar nuestra lengua en las producciones". "Nadie nos valorará si no lo hacemos nosotros primero", manifestaba un Banderas que aseguraba sentirse "contento" y "excitado" por este galardón.

Y lo hacía de la mano de otra leyenda como Rita Moreno, quien no dudó en dirigirse a él como alguien que, al igual que ella, "ha sabido luchar con los estereotipos que nos marca Hollywood y ha demostrado que no importa el origen sino que lo que importa es la pasión por la actuación, la profesionalidad y el talento. Porque al fin y al cabo las historias no tienen acento". El actor, que subrayó que el gran cambio aún no se ha dado, insistió en que hay que seguir luchando "al igual que el Quijote contra los molinos".

Desde su Málaga fenicia, romana, musulmana, picassiana de padre y zambranista de madre, con más de 40 años de carrera compuesta por más de noventa títulos, Banderas, que el año pasado obtuvo el Goya de Honor, este año ha recibido un premio honorífico en Italia y ha completado el tándem con el Platino de Honor, galardón que homenajea su implicación a la hora de defender lo latino, lo hispano, en un mundo como Hollywood y en un país como Estados Unidos. Este malagueño de pro tiene actualmente en agenda varios proyectos y el estreno, entre otros, de Los 33, largometraje basado en la historia real del encierro de los mineros chilenos tras el derrumbamiento de una mina en 2010.

Pero sin duda la gran triunfadora de la noche fue Relatos Salvajes, del argentino Damián Szifrón, con hasta ocho premios de las diez nominaciones alcanzadas. Por el contrario, y pese a ser otra de las grandes favoritas de esta segunda edición, La Isla Mínima, la producción de Alberto Rodríguez protagonizada por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez, con diez nominaciones a los premios, consiguió hacerse con el galardón a la mejor dirección de fotografía. Sin olvidar, eso sí, el premio del público a la mejor película de ficción y el de Javier Gutiérrez como mejor actor, también de la audiencia, que se habían entregado el día anterior.

Por su parte, la argentina Erica Rivas, quien ya ganara el premio a la mejor actriz del público, revalidó ayer su título con el premio a la mejor interpretación femenina por su papel en Relatos Salvajes. Su trabajo en la obra de Damián Szifrón le ha valido también el Cóndor de Plata en su país. Pero no sólo eso, sino que los seis relatos del guionista y director argentino recogidos en el filme acapararon además los premios a la mejor película iberoamericana de ficción, a la mejor dirección y guión, además de premiar el trabajo de Clara Notari a la mejor dirección de arte y la dirección de sonido de José Luis Díaz.

Por el contrario, el premio al actor fue para el español Óscar Jaenada por resucitar a Cantinflas, la entrañable historia de Mario Moreno que recorre casi tres décadas de la vida del gran "Mimo de México" con pinceladas de los mejores momentos del cine mexicano y del hollywoodense. Ante todo el cine iberoamericano reunido de golpe, el actor tan solo lanzó un mensaje en su discurso: "Ojalá sigamos juntos". Por último, O sal da terra fue galardonada con el premio a la mejor película documental y La distancia más larga como la mejor ópera prima de ficción iberoamericana.

En total se repartieron hasta 14 estatuillas diseñadas por Javier Mariscal, cuatro más que en la pasada edición. En la fiesta estuvo muy presente la música, y Rosario y Lolita compartieron de nuevo escenario para derrochar todo el arte propio de las hermanas Flores. Además de dar la bienvenida a los asistentes de más de una veinte de países rindieron homenaje a la figura de la mujer en el séptimo arte. En especial reconocieron la trayectoria de su madre, Lola Flores, con más de 40 películas en México. El escenario volvió a iluminarse poco después con el último éxito del almeriense David Bisbal, Luis Fonsi, Miguel Bosé y Lucrecia.

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