Cultura

El acceso a legados literarios cierra las jornadas de archivos privados

  • Marta Valsero y María José Rucio, las últimas ponentes de la cita desarrollada en el Alcázar

Marta Valsero, de la Fundación Jorge Guillén, y María José Rucio, de la Biblioteca Nacional de España, cerraron ayer en el Alcázar la última jornada de ponencias de las VI Jornadas de Archivos Privados 'Archivos y Literatura' con sendas exposiciones respectivamente: 'Nadar y guardar la ropa. De lo privado a lo público: gestión y difusión del Archivo Fundación Jorge Guillén' y 'Del proceso creativo al proceso técnico: la descripción de los documentos literarios en los fondos personales de la BNE'.

Rucio fue la encargada de cerrar el ciclo de ponencias, agradeciendo ante todo las intensas jornadas que se han llevado a cabo durante estos días en la Sala Salvador Díez del conjunto monumental. Disgregó sobre el paso del proceso creativo al técnico, destacando que la labor del ente nacional no ha sido tarea fácil: "Al comienzo del siglo XX se unieron archivos personales con un concepto muy diferente al que actualmente sostenemos. Estas jornadas ofrecen un panorama institucional de las entidades que conservamos archivos personales. El fruto de convocatorias como ésta nunca son frías. No nos aburrimos porque aportan un abanico de experiencias también muy profesionales".

El trabajo que llevan a cabo en la Biblioteca Nacional no es nada fácil, pues tener archivos personales es una tarea mucho más complicada en un ente público que dentro de una fundación, tal y como reconoce María José Rucio: "El donante se siente mucho más seguro al dejar su legado a una institución que depende de él o está ligada a él". Posteriormente, añadía: "Si nos centramos en una biblioteca, recibir archivos personales nos crean algunos problemas, porque debemos detener nuestro trabajo para depositarlo en manos de un investigador".

Respecto a los archivos privados, la componente de la Biblioteca Nacional destacaba una cita de Javier Marías en un artículo de prensa: "Nadie tiene derecho a asomarse a la intimidad de una persona, por muy pública que su vida fuera. Que alguien escriba libros no es razón para que, a su muerte, se enseñe todo cuanto escribió y no iba destinado para el público". Rucio explicó algunos de los problemas que entraña el género epistolar y el archivo de las cartas, ya que el autor de la misma es el que tiene los derechos intelectuales de ésta, teniendo el receptor solo el derecho sobre el papel y no de lo escrito.

Desde la Biblioteca Nacional se trabaja en un archivo cada vez más elaborado que facilite el trabajo a los investigadores. María José Rucio resaltaba para finalizar su ponencia que el ente estatal "ha dado cobijo durante más de 300 años a legados personales. La presencia de estos legados, a medio camino entre archivos y material de biblioteca, ha dado lugar a descripciones deficientes en no pocos casos". A partir de 1996 es cuando este material se trabaja en la Sección de Incunables, aunque al principio se incorporaron en la colección de manuscritos y quedan muchos allí. Desde el año referido se crea una sección de archivos personales que facilita el trabajo a los investigadores".

Por su parte, este último día de jornadas lo había abierto anteriormente Marta Valsero, de la Fundación Jorge Guillén. La castellanomanchega hizo hincapié en el archivo que guardan dentro de su fundación: "Tenemos archivos de 34 autores, de los que 8 son andaluces. Hemos tropezado en varias ocasiones con las reticencias de las autonomías para evitar la cesión de los legados a nuestra entidad".

Durante su ponencia, Valsero defendía que "cada papel conserva un trozo de vida" y añadía que se debe "emplear el sentido común a la hora de clasificar los fondos documentales de un autor". Explicó que "la Fundación Jorge Guillén tiene como finalidad genérica la de promocionar la creación artística y literaria mediante la realización de actividades, investigaciones y publicaciones que guarden relación con los fines de la Fundación. Su función específica consiste en facilitar el conocimiento, estudio y difusión de la obra y la personalidad del poeta, en primer lugar, y de otros autores y escritores que han legado sus fondos, depositados en la Biblioteca de Castilla y León".

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