Cultura

Un monumental trabajo de recopilación

  • Dos docenas de cantes y decenas de estilos reunidos en 'Tesoros del cante antiguo gaditano'

Afirma Antonio Barberán que el presente trabajo es sólo una muestra y que, con el estudio realizado, se podían grabar algunos discos más. Por lo pronto, uno opina que, con éste, el aficionado tiene para un buen rato nada más que con aplicarse a una simple escucha detallada. Pero, en los dos Cds que componen la obra hay cante para muchas horas añadidas, pues no vale una única audición. En todos ellos ha puesto su voz la cantaora gaditana Carmen de la Jara, de la que el investigador destaca la calidad y el esfuerzo de su enorme trabajo: "Lo que Carmen ha hecho, no lo hace nadie. Meterse esa cantidad de letras y siempre con unas ganas de aprender… Le ha aportado, además, muchísima personalidad". Destaca igualmente Barberán la fidelidad con que interpreta cada uno de los estilos: "Hace falta que uno recoja los cantes, pero otro los tiene que interpretar fidedignamente, y para eso ella tiene una virtud especial".

La cantaora, por su parte, reconoce "el trabajito" que le ha costado meterse tantas letras en la cabeza y, sobre todo, el plegarse a las exigencias de cada uno de los estilos. Por ello admite que su voz quizás sea lo único que ha podido dejar de su cosecha. "Eso, mi voz, porque desde luego no tengo la de esos señores, más algún que otro quejío o sentimiento es lo que se puede calificar de mi cosecha. En lo demás -admite- me he tenido que ceñir a la musicalidad de cada cosa y estar siempre supeditada a lo que estaba escuchando". Algo que, sin embargo, le tiene a su vez satisfecha: "Es verdad que me he tenido que sacrificar y que he tenido que ser fidedigna, pero es que, si no hubiera sido así, no se habría conseguido lo que se perseguía, un trabajo de estudio".

Barberán, quien repite que está contentísimo con el trabajo de la cantaora, justifica todas esas exigencias afirmando que "los estilos musicales se basan en melodías, que son las que los definen". Y, para estilos, los recogidos en la grabación, que, en sus veinticuatro cortes, reúnen referencias a casi todos los nombres legendarios de la escuela gaditana de cante. Por ejemplo, en seguiriyas se ofrecen las de El Viejo de la Isla, Tomás El Nitri, Curro Dulce, Juan Feria, Francisco La Perla y Enrique El Mellizo. De soleares, las de Paquirri, Enrique y Antonio El Mellizo y Aurelio; de malagueñas, la de Fosforito El Viejo, la doble de El Mellizo y la chica de este cantaor con la entrada por granaína de Aurelio; fandangos los hay de Gabriel Macandé y de María La Sabina; tanguillos de Los Anticuarios y de Piñata gaditana… y así sucesivamente. Pero quizás, de lo que más orgulloso se muestre Barberán es de algunos rescates y unos recorridos que él califica de inéditos. Entre los primeros, señala las bulerías "Periconeando", escritas por Pedro Bancalero Niño del Mentidero y que provienen de una actuación en directo de este último cantaor, o la montañesa, tomada de El Niño de La Isla. Entre los recorridos destaca el dedicado a la petenera donde se reúnen estilos tan distintos como el de la cantante sefardita Haim Effendi, una grabación de pizarra de 1907, el del romance La Monja contra su gusto, versión gaditana de la familia portuense de Los Cepillos, junto a la petenera folclórica y la de Medina El Viejo. Otro recorrido original y muy interesante es el de las bulerías "de las madres": Juana Cruz, madre de Camarón; María la Sabina, de Donday; y Rosa La Papera, de la Perla. Pero hay mucho más.

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