Cultura

Seis nuevos galardones para tres jóvenes arquitectos jerezanos

  • El Colegio Oficial de Cádiz premia a Ramón González de la Peña, Estanislao Cavanillas y Alejandro Ortiz por sus distintas intervenciones en la ciudad

El Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz ha fallado recientemente, en su tercera edición, los premios Sánchez Esteve y Torres Clavé. Los arquitectos jerezanos no se han venido con las manos vacías. El estudio de Ramón González de la Peña se ha alzado con seis menciones. Cuatro han sido para González de la Peña, una para Estanislao Cavanillas, joven colaborador del primero y que tiene en su haber una obra más que solvente pese a su corta trayectoria, y el sexto de los premios ha recaído en el proyecto de fin de carrera presentado por Alejandro Ortiz, arquitecto vinculado también al citado estudio de arquitectura en los últimos años.

Lo primero que llama la atención es que sean seis premios por otras tantas actividades muy distintas unas de otras. A González de la Peña se le premia por la construcción de un SPA en Puertas del Sur y por un conjunto de viviendas de protección oficial en donde sobresale, entre otros elementos, un espectacular conjunto de escaleras de distinto diseño y color. Se le premia además por la reforma de un edificio para la oficina de Rehabilitación de la Junta de Andalucía y por último, y no por ello menos importante, por la Divulgación de la Arquitectura en la Sala Cal, un show-room ubicado en la planta baja del estudio de la calle Doctor Mercado. En esta sala hemos podido ver distintas y muy interesantes exposiciones en torno al mundo de la arquitectura y para el último trimestre del presente año tiene programada tres exposiciones individuales a cargo de Juan Ángel González de la Calle, Magdalena Bachiller y concluirá con la de Magdalena Murciano.

El SPA de Puertas del Sur es un proyecto del que Ramón se siente muy satisfecho. Dice que un edificio de estas características es sinónimo de lujo y en éste, el lujo está en el espacio y en la manera de introducir en él la luz natural. No hay mármoles ni nada por el estilo. El edificio ha quedado fantástico pero, siempre hay un pero, las terminaciones del hormigón visto no son tan. "En esta tierra se construye regular", reconoce el arquitecto.

De las 191 viviendas premiadas ha quedado cansado y con cierta amargura debido a los problemas que tuvieron durante la construcción con la empresa constructora, que hicieron que el proyecto se demorase más de la cuenta y provocara el malestar entre sus ocupantes. Sin embargo, está convencido de que a no muy largo plazo los vecinos se sentirán muy orgullosos y cómodos en esta barriada. Entre otras cosas destaca el conjunto de llamativas escaleras todas distintas; la arboleda que se va a desarrollar en la gran plaza dado que el subterráneo para el aparcamiento se encuentra en los laterales y no en el centro, así que la arboleda será posible que se desarrolle en todo su esplendor, amén de la calidad de las viviendas en si misma.

Y de la restauración y adecuación de lo que fuera el edificio de la Caja de Ahorros de la calle Francos, lo fundamental ha sido conseguir aprovechar al máximo la luz natural que entra por la única fachada del edificio y haber conservado prácticamente todo lo que estaba construido dándole unida. Dice Ramón que las noticias que le llegan es que la gente trabaja muy a gusto y con comodidad en estas oficinas.

Y después de analizar los trabajos premiados, seguimos hablando con González de la Peña y nos cuenta sus proyectos: "El primero de ellos, es seguir trabajando", dice sonriendo. Y ahora, y tras ser confundidos como "los famosos modistos" ¿Vittorio y Luchino? por una simpática señora que paseaba con unas amigas por la Porvera, habla de la próxima construcción en el PTA de un edificio de oficinas promovido por Asaja, donde se instalarán sus oficinas. Del edificio que será sede de la Fundación Teresa Rivero y del que se siente muy contento por la marcha de las obras. Al tratarse de un edificio adosado a la muralla, se ha realizado por la propiedad un gran esfuerzo económico para su restauración y puesta en valor. La intervención del experimentado arquitecto ha sido asesorada por un prestigioso arqueólogo y "en el futuro, será ejemplo del rigor y el mimo con el que hay que trabajar en restauración". Y termina comentando que los próximos proyectos serán los que se corresponden con varios concursos ganados recientemente, tanto en nuestra ciudad, "donde más le gusta trabajar" como en otras localidades cercanas. Por el momento no quiere hablar de ellos "hasta que los contratos estén firmados". Pero me niego a dar por terminado nuestro encuentro sin saber la opinión que tiene González de la Peña sobre la arquitectura realizada durante los últimos años en Jerez y se muestra contundente: "El siglo XXI puede aportar a nuestra ciudad el edificio más emblemático. Me refiero al proyecto de la Ciudad del Flamenco. El Flamenco es el producto más universal y reconocido de esta tierra, más que el vino o el caballo. Así que aquí tenemos juntos contenido y continente. Lo más universal tocado, cantado y bailado dentro de un edificio realizado por Herzog y de Meuron, dos de los arquitectos más importantes del panorama mundial. Garantía total de éxito".

Y acaba confesando un sueño: "Me gustaría construir una escuela. Pero una escuela diferente, donde los niños estudiaran y aprendieran jugando. Nunca he construido un colegio y es probablemente el proyecto que más me apetece hacer". Y seguimos hablando y nos emplazamos para cuando se firme el siguiente encargo.

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