Cultura

"No podemos depender de estar mirando siempre hacia el director de orquesta"

  • El cantante de Muriedas (Cantabria), que ha recorrido buena parte de escenarios españoles e italianos, encarna por tercera vez el papel de Tybaldo, primo de Julieta y enemigo de Romeo

El tener santanderino tiene la voz rotunda, firme, propia de su profesión, pero que también muestra una actitud decidida. Contesta a las preguntas sin matices ni dudas. Habiendo cantado en prácticamente todos los escenarios españoles e italianos, la experiencia le envuelve en un manto de seguridad pasmosa donde cada respuesta es una pequeña clase magistral de canto.

-¿Cómo es su rol de Tybaldo y qué papel juega dentro de 'Romeo y Julieta'?

-Tybaldo es el primo de Julieta, y es enemigo por lo tanto de la otra familia en Verona. Mi papel, desde el principio, es el que va a por Romeo. Quiere sacarle de su casa y salvar a su prima de lo que para él es la perdición de amar a un miembro de la familia rival, que sería una desgracia.

-¿Es su primer Tybaldo, cómo se encuentra encarnándolo?

-No, ya lo he hecho otra vez con Paco López (director de escena), en esta misma producción hace unos años en Santander y en Córdoba. Me encuentro estupendamente en este papel, que es lírico, lírico spinto, diría yo, porque tiene momentos muy dramáticos y muy heroicos.

-Las dificultades de este personaje van más en el plano actoral o en el vocal?

-No, en el plano vocal tengo que decir que no tiene dificultad para mí, lo cual no quiere decir que no sea difícil de cantar. La complicación viene del lado actoral. Al fin y al cabo yo no soy actor y ha habido que ensayar mucho las escenas. Hay una lucha de espadas, de esgrima muy fuerte y muy efectista para el público que va a gustar mucho. Ha habido que desplegar muchos apartes porque uno no está acostumbrado a determinadas cosas, como el ejemplo de la esgrima. Los cantantes no estamos acostumbrados a esas cosas.

-¿Qué supone actuar en Jerez, usted que es un habitual de las tablas del Villamarta?

-Pues trabajar en Jerez es como trabajar en familia. Y no siempre se trabaja de la misma manera. Yo he ido a muchos sitios donde no se hace más que cantar y te vuelves para casa. En Jerez no pasa eso. Hay un contacto directo con el equipo técnico, con el artístico. Ya sé donde voy a dormir, donde voy a comer. Me conozco la ciudad, de manera que todo es mucho más fácil, claro. También sé cómo es la gente y eso me hace sentirme muy respaldado y valorado por el teatro y su gente. Eso es muy importante para un cantante.

-En días pasado preguntaba a otros protagonistas el potencial de 'Romeo y Julieta' como exponente máximo de la historia de amor en la ópera. ¿Cree que está por encima de otras historias llevadas a la partitura?

-Vamos a ver. Yo creo que la diferencia que hay es que aquí se trata de un amor joven. Todas estas óperas, por parte de los dos protagonistas, no es un amor puro; tienen muchas connotaciones colaterales al amor. En caso de 'La traviata' es una prostituta. En 'Norma' hay aspectos políticos... Pero aquí no hay nada externo, sólo son las familias enfrentadas las que se ponen en medio de toda la historia de amor. Esta es una historia que Shakespeare coloca en el Renacimiento, pero en realidad es algo que hoy por hoy sigue vigente. Las cosas no han cambiado tanto. No son peleas entre familias, pero sí que hay intransigencias de la sociedad, de los colectivos, de las religiones.

-Volviendo al plano musical, ¿qué tal es la relación en esta ópera entre el maestro David Jiménez Carreras y los solistas?

-La máxima posible. No podemos depender de estar mirando siempre al maestro, si no el personaje desaparece. El entendimiento es necesario, pero en el caso de David, es un gran director español, joven, que sabe estar en el punto porque se encuentra en la nueva dirección, riguroso con la partitura, pero que respeta las tradiciones operísticas que son necesarias para un cantante.

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