Cultura

"La poesía ha sido un motor de los grandes cambios de la historia"

  • Cristina Luque presenta en González Byass su primer libro, 'Vida le llaman'

  • José Mateos e Ismael Jordi son sus padrinos

Ella no salía de su asombro al verse ante tanto público presentando, nada menos, que su primer libro de poesía. Han tenido que pasar casi 50 años de una "vida potente, conmovedora y plena. He vivido muchas cosas, conocido a mucha gente y visto mucho mundo. He disfrutado de una vida muy activa, plena. No creo que me haya aburrido nunca. Me gusta, me interesa la vida y aunque no siempre las cosas son fáciles, procuro sacar lecciones positivas", confesó ayer Cristina Luque en una concurrida bodega La Constancia, de González Byass, en la presentación de 'Vida le llaman' (Libros Canto y Cuento), junto a sus amigos el editor e ilustrador de la obra, José Mateos, y el tenor Ismael Jordi. "Me siento feliz, tranquila, segura y en paz. Por tanto, era el momento perfecto para traeros este libro. Además, como soy consciente del regalo enorme de Dios que es la vida, se lo dedico a mis tres hijos y a mí madre, como eslabones de una cadena infinita y preciosa", dijo emocionada.

Luque relató que desde jovencita "me ha gustado escribir. Por el simple gusto de hacerlo. Sin enseñárselo a nadie. Leía la poesía con entusiasmo, y sin haber trabajado aún a fondo en ella, escribí algún poema, que hoy no sería capaz de mostrar". Dijo que conoció la buena poesía gracias a José Mateos. "Me apunté a un taller de escritura que él dirigía. Debía ser el año 2006. Me devolvió a la época de estudiante. No os imagináis con cuánta ilusión entré en este mundo". Fue en este tiempo donde descubrió "la verdadera importancia de la poesía como motor de los grandes cambios de la historia. Siempre ha habido poetas, gente con ideales, despertando las conciencias de la gente y defendiendo la dignidad humana". Luque aseguró que con este libro, ha tratado de hacer "la poesía que me gusta, la que se construye con palabras sencillas que tienen ideas grandes detrás. Amor, dolor, miedo a la muerte... Es por lo que pasamos todo el mundo".

Tuvo palabras para José Mateos, "poeta sobrio y honesto, sin aspiraciones vanidosas, con esa manera pura, espiritual, y elevada con la que hace todas las cosas. Con una llaneza emocionante. Es un sabio bueno, un filósofo de palabra sencilla y corazón gigante. Es mi amigo del alma. Con él he aprendido que la poesía es búsqueda, es consuelo, hace bonita la soledad. Ordena el dolor y también la alegría, infunde belleza, te reconcilia con el mundo y las personas...".

Y Mateos tuvo palabras para ella. "Disfrutona, intensa, alegre, pero también frágil como un papel antiguo, de hondas tristezas y tercas inseguridades, y tan querida para los que la conocemos un poquito, que nos parte el corazón cuando habla, como lo hace en este libro, de personas idas, de los cuartos arrasados de su infancia, de la vida que se escapa, del mundo y su belleza herida. Y todo sin alardes, sin énfasis, en ocasiones con humor o una leve ironía, pero siempre con ese tono llano, natural, con el que suele decirse lo que de verdad importa. Su entrega a la poesía no iba a ser por supuesto menos vehemente y apasionada". "La autora de este libro -añadió- es para mí, sobre todo, una amiga, una buena amiga de años y confidencias. Por eso la presentación de este libro creo que me brinda una oportunidad preciosa para decirle a esta amiga esas cosas que sólo se dicen en público, porque no tenemos ni la franqueza ni el atrevimiento para decirlas a solas". "Quién me iba a decir a mí -apuntó Mateos- que aquella rubia que me presentaron en un patio de bodega muy cercano al que ahora nos encontramos, después de un acto literario y que, en un arranque de audacia adolescente, me dijo -para provocarme-, que ella escribía "que te cagas lorito", quién me iba a decir que esa rubia se iba a convertir con el tiempo en alguien tan importante para mí, en una amiga imprescindible".

"Con la música de la poesía en la cabeza", Luque también quiso compartir con el público 'otras notas' junto a su amigo Ismael Jordi, a quien le agradeció su compañía en este camino poético. Jordi, quien dijo que González Byass es "como mi casa" por su vinculación personal con la firma, hizo un recorrido por algunos de los personajes femeninos de la ópera como 'Aida' o 'Carmen' y los puso en relación a los sentimientos, como el amor, que la autora escoge para sus poemas.

Cristina Luque leyó algunos de sus versos antes de concluir, "poesía de este libro que ha dejado hoy de ser mía para ser vuestra y a lo mejor ayuda a que me conozcáis un poquito más".

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