Cultura

La provincia, en el nuevo registro de equipamientos del Docomomo

  • Un total de diecisiete edificios públicos se incluirán en el nuevo inventario de España y Portugal que está llevando a cabo la fundación defensora de la arquitectura moderna; entre ambos países suman 600

La defensa de la arquitectura moderna, principal fuente de inspiración del Docomomo Ibérico, encuentra nuevas armas de combate. La última es el nuevo Registro de Equipamientos de España y Portugal que se está elaborando en la actualidad -cuya selección se ha cerrado ya-, y en el que la provincia de Cádiz está presente con la aportación de diecisiete edificios públicos. Del total -unos 600 entre ambos países- once de estos edificios se encuentran en la capital, mientras que los seis restantes se reparten en el resto de la provincia.

Entre los equipamientos de la ciudad de Cádiz figuran el antiguo Cine Municipal y actual Centro Cultural El Palillero; el colegio público Celestino Mutis; el edificio de la Compañía Transmediterránea; el colegio público de Santa Teresa; el Olivillo; el Teatro Andalucía; y la Escuela de Comercio -Duque de Nájera esquina Benito Pérez Galdós-, todos, del arquitecto Antonio Sánchez Estévez; a éstos se suman las torres de la luz de Puntales, de Remo Scala y Alberto Toscana; la iglesia de San Severiano, de José Rebollo; la escuela de la Sagrada Familia, de Francisco Hernández Rubio, y la Escuela de Náuticas, de José López Zanón y Luis Laorga Gutiérrez.

El resto de la provincia aporta al inventario seis equipamientos. Entre ellos, el mercado de abastos y la Estación de autobuses en Algeciras, de Eduardo Torroja y Fernando de la Cuadra, respectivamente; el ambulatorio de los hermanos Laulhé en San Fernando, de Fernando Cavestany; el Hotel Sol y Mar, también en la Isla, de Casto Fernández-Shaw; la Escuela de Formación Acelerada, en La Línea, de Joaquín Barquín y, por último, el antiguo club de golf de Luis Gutiérrez Soto.

El primero de estos registros fue uno general de la Arquitectura del Movimiento Moderno conformado por 166 obras. A éste le sucedió otro de la Arquitectura de la Industria, que se expuso en el Palacio de Congresos de Cádiz, en el marco del VI Congreso del Docomomo. Después vino el de la Vivienda, donde la provincia gaditana está presente con tres viviendas y otras tres menciones especiales. Entre ellas, el chalé Nuestra Señora del Mar, 1954-1957 (El Puerto de Santa María), de Felipe Medina Benjumea; La Casa Grosso, 1958 (Cádiz), de Francisco Hernández Rubio, y la Barriada San Juan de Dios, 1960-1962 (Jerez de la Frontera), de José María Arangüena Clemente y Ambrosio del Valle Sánchez. Asimismo se citan como edificios de interés el edificio de viviendas y almacenes Hermu, 1938 (Cádiz), de Rafael Hidalgo y Alcalá del Olmo y las Casas del Ingeniero, 1955 (Puerto Real), de Joaquín Barquín Barón y Luffini.

La cuestión es ahora saber qué grado de protección otorgan estos listados a los edificios que en ellos se citan. En este punto, el ex decano del Colegio de Arquitectos de Cádiz, Julio Malo de Molina, apunta que se trata de "una anotación que se hace para que cualquier intervención que en ellos se realicen tenga en cuenta su valor". Otra de las lecturas que para el arquitecto tienen estos inventarios es "la invitación que se hace a los ayuntamientos para que arbitren los mecanismos de protección".

Concretamente, en lo que a Cádiz respecta, hizo un llamamiento a la buena gestión sobre los edificios de El Olivillo y de Náuticas, cuyos proyectos de reforma están a la vista. "Espero que los proyectos sean respetuosos porque existen muchas intervenciones sobre el moderno que han pasado por alto sus antecedentes y etilos", concluyó.

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