Cultura

Para sentirse orgullosos

Dani Sánchez-López expuso en la Sala Arteadiario al principio de la temporada que ahora finaliza. Estábamos seguro de que era el artista idóneo para aquella sala: autor joven, con argumentos artísticos importantes para creer en una obra que augurábamos con mucho futuro. Éramos conscientes de que su trayectoria como fotógrafo y cineasta no tenía vuelta de hoja. Sabíamos de su trabajo en Los Ángeles, de sus importantes proyectos, también de sus éxitos, de su última película… La exposición en nuestra sala fue todo un éxito. Gustó a quien le tenía que gustar, interesó a los que de esto saben y consiguió una repercusión que, a lo mejor su ciudad y nosotros mismos, no supimos calibrar en toda su dimensión y trascendencia.

Salas de otras provincias se interesaron por la exposición, pero Dani Sánchez-López tenía que volver a los Estados Unidos para realizar la fotografía de nada menos que cinco cortometrajes. Dos de ellos, Tijuaneros y Seis Juegos, los ha grabado en HD, vídeo de alta definición. Y los otros tres de ellos los ha rodado en cine, en 35mm. En Turn Around colaboró con Prarthana Mohan, la misma directora con la que realizó Whore, vídeoarte que formó parte de la exposición y que se ha llevado al Cucalorus Film Festival y al Dead Center Film Festival. Con Heal, Dani Sánchez-López fue galardonado con el premio Cecil B. DeMille por su dirección de fotografía. El último de ellos, Baby Blue, estuvo nominado a los BAFTA, que es la versión británica de los Goya, para que me entiendan.

Pero sus logros no quedan ahí. Sus otros cortometrajes se hayan inmersos en la carrera de festivales. Al mismo tiempo trabaja para el Sundance Institute, la sede del Festival que es comparable al de Cannes en Estados Unidos, y ultima el sonido de su nuevo vídeo arte: CUADRADO, una experiencia en la que cuatro pantallas, que son los cuatro personajes de una escena, te rodean y te sumergen en la ficción. Aparte de todo esto va a rodar un largometraje.

Yo, como supondrán, del éxito de Dani Sánchez-López me alegro infinitamente. Ha sido un joven artista en quien siempre hemos encontrado una total clarividencia, poseedor de una sapiencia creativa muy grande y autor de una experiencia artística muy grande para su juventud; cualquiera de las facetas que él trabaja, está generada desde los auténticos planteamientos del arte más inmediato; ese que huye de fórmulas trasnochadas y casposas. Dani Sánchez-López es un artista seguro, sabedor de lo que tiene entre manos y con una clara idea de que lo artístico no tiene fronteras, ni físicas ni estéticas ni formales. Los que no crean en ello, sólo podrán atisbar horizontes poco diáfanos. Dani Sánchez-López va mucho más allá. Estábamos seguros de ello. Hoy, con todo esto, por todo lo que está consiguiendo, nos alegramos y nos sentimos orgullosos. Su realidad artística no tiene fronteras; sus horizontes, tampoco.

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