Análisis

tomás yuste

Socio nº 2 de la Asociación Tenis Jerez

ATJ, 30 años

A bote pronto, pudiera entenderse el título de este artículo cual sentencia condenatoria por una acción o gestión punibles. No, no es el caso evidentemente. Son treinta años de vivencias y experiencias compartidas por la gran familia del tenis-pádel jerezano que al amparo de nuestras siglas ha sabido consolidar y mantener a lo largo del tiempo.

En mi anterior artículo de tribuna libre de mayo del pasado año en Diario de Jerez, titulado 'Siempre ATJ', hice un alegato en pos de todo lo bueno conseguido, dado los momentos díficiles por los que pasamos. Momentos convulsos, de indignación y de desahucio de las instalaciones municipales que teníamos en régimen de concesión administrativa y que ha dado mucho que hablar, y lo seguirá dando. Por cierto, en estos tiempos de crisis hemos asistido en nuestra sociedad a desahucios por cualquier tipo de incumplimientos. La mayoría de ellos, aunque respaldados judicialmente, supongo, nunca contaron con el beneplácito moral de la ciudadanía.

El nuestro tampoco. Pues resulta paradójico que el desahucio de las instalaciones de Chapín se produjo por CUMPLIR, sí, señores, por cumplir sobradamente con todas las premisas del pliego de condiciones que por entonces primaron y por mejorarlas, así como por cumplir simplemente con un plazo de fecha con el que no se supo, pudo o quiso flexibilizar al no contemplar en la nueva concesión aspectos tan relevantes como la experiencia en materia deportiva de una Asociación sin ánimo de lucro, el carácter social que no privado de la misma o el mantenimiento y mejora de unas instalaciones municipales a coste cero para las arcas municipales.

Pero afortunadamente ese 'Siempre ATJ' sigue vivo deportivamente, pero en stand by administrativamente hablando. De esto último no me ocuparé más en esta reseña porque lo verdaderamente relevante, en estas fechas, es que el pasado día 5 de los presentes la ATJ cumplió 30 años de existencia y por tal motivo nos disponemos a celebrar un aniversario a lo grande, es decir, jugando y organizando competiciones de todo tipo: campeonatos, escuelas, liga social y acto convivencial de los cuales informaremos oportunamente. Todo esto viene a colegir que en nuestra Asociación "seguimos, aunque no estemos en las instalaciones" con las atribuciones del pasado. Felicitémonos por estas tres décadas de existencia y brindemos con la ilusión de la que siempre fuimos portadores. ¡Viva la ATJ!

Para finalizar, quisiera dejar constancia de mi agradecimiento más sincero a todos los que hicieron posible un sueño que partió de la nada y que aún perdura, a pesar de los pesares: directivos, trabajadores, socios, escuelas y restauración.

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