Análisis

Rafael maraver puerto

Hijo de Rafael Maraver Delgado

Un Abuelo con mayúsculas

Sus nietos Rafa, Gonzalo, Jesús y Hugo, al que no pudo conocer, juegan de portero, como su abuelo

R AFAEL Maraver nació el 10 de mayo de 1947 en Jerez de la Frontera siendo el tercero de una familia final de trece hermanos. Vecino de la calle Medina, estudió en el colegio Marianistas. Quiso ser marino mercante, a lo que su padre se negó. Me contaba que fue a Madrid con la excusa de hacer unas pruebas de acceso a Telefónica, su padre le pagó el viaje y la idea de él era pasar unos días de fiesta... Y mira por dónde, pasó la prueba y se convirtió en empleado de Telefónica hasta su prejubilación.

Se casó con 25 años con Susana Puerto y somos tres hermanos: Rafa, Jesús y Susana. Aficionado al fútbol, jugó en el equipo de su hermandad, La Amargura, y en el de su empresa, Telefónica. Aunque lo que realmente se le daba bien era el fútbol sala: jugó en la Liga Local de Jerez como portero cuando el fútbol sala estaba en auge en Jerez y me acuerdo que uno de estos equipos era el Suprex. Se retiró practicando su deporte favorito formando parte del equipo de la Asociación de Padres de alumnos del Colegio Alfonso X El Sabio, coincidiendo con jugadores como Blas Márquez y Acuña, entre muchos otros amigos.

Desde que éramos pequeños se dedicó a jugar con mi hermano y conmigo y nos enseñó a ser porteros, y los dos acabamos jugando en categoría nacional con el Flamenco. Se dio la curiosidad que un año coincidimos mi hermano Jesús (alevín), yo (infantil) y mi padre (APA) como porteros del colegio.

Yo empecé a jugar al fútbol en el Flamenco, como se hacía antes. Un día del año 1988 vino a mi casa mi amigo Ricardo Sánchez Vega, yo estaba solo y le dejé una nota a mi padre para cuando volviera y me fui a hacer unas pruebas en el Flamenco: ese día fue el principio de que mi padre fuera presidente de nuestro Flamenco, en el que empezó colaborando con el presidente José Luis Jiménez Reinado y en el año 1990 comenzó su andadura como presidente alunarado.

El Flamenco vivía su etapa dorada deportiva cuando mi padre llegó a la presidencia en la temporada 90/91: el primer equipo juvenil estaba en Liga Nacional después de ascender año a año desde la categoría más baja; sus equipos infantiles y alevines jugaban con asiduidad finales provinciales y campeonatos de Andalucía y se aportaban jugadores a la selección española, como Juanlu, Cheché o Enrique de la Vega. Era el primer equipo de cantera de Jerez de la Frontera.

Quizás el desafío de mi padre, y esto esuna opinión particular, era la de dotar a este club de una estructura que soportara la categoría que el Flamenco necesitaba para mantenerse en el tiempo. Hablamos de presupuesto, campos de entrenamientos, sponsors, material… El Flamenco crecía, se creó la categoría cadete, pasaron de uno a dos equipos infantiles...

Los que estáis en este mundo sabéis de lo que os hablo, y esto sin aportación económica por parte de los jugadores, la única aportación de estos era la venta de papeletas del club para poder completar el presupuesto.

Durante estos primeros años se consiguieron mejorar las relaciones con el Xerez CD, logrando que cediera futbolistas para que pudieran jugar en categoría nacional con el Flamenco. A cambio, el Xerez CD conseguía nutrirse para el Xerez B de flamenquistas que terminaban su etapa juvenil y fogueaba a sus juveniles en categoría nacional.

En la temporada 92/93, el Flamenco ascendió a la máxima categoría, la Division de Honor juvenil. El equipo juvenil ya no jugaba en Don Bosco sino que lo hacía en el Anexo de Chapín, era el equipo referencia de Jerez. Las relaciones con el Ayuntamiento, el sponsor, el Xerez CD, la Federación… eran buenas. Todo funcionaba más o menos bien, sin olvidar nunca que era un club de barrio con no más aspiraciones que ser un equipo de cantera.

Siete años duró el Flamenco en la máxima categoría, en la temporada 99/00 descendió y un año después volvió a descender, dejando de estar en categoría nacional: el Flamenco dejo de ser el 'buque insignia' de la cantera de nuestra ciudad.

En su etapa en el Flamenco, varias fueron las personas que formaron parte de la directiva/colaboradores que estuvieron con mi padre: prefiero no nombrar a ninguna, que estoy seguro merecen que los nombre, pero no quiero dejarme a nadie en el tintero, así que prefiero no hacerlo.

Una vez acabada su etapa en el Flamenco CF, mi padre se dedicó a lo que yo creo más disfrutó o yo lo viví así: ser Abuelo, Abuelo con mayúsculas. Lástima que se fuera tan pronto. Murió un 2 de abril de 2009 sin cumplir siquiera 63 años. Él siempre me decía que no pasaba de 63 años, que su tío, su abuelo, no habían pasado de esa edad, era cabezón y se cumplió lo que preveía.

Su nieto Rafa juega a fútbol sala de portero, como su abuelo, en el Xerez FC; su nieto Gonzalo juega de portero, como su abuelo, en los Marianistas; su nieto Jesús juega de portero, como su abuelo, en el San Benito; su nieto Hugo -al que no pudo conocer- está en la escuela del San Jose Obrero de portero… como su abuelo.

Hubiera disfrutado muchísimo aunque estoy seguro que esté donde esté los observa y los corrige como hacía con mi hermano Jesús y conmigo.

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