Jerez, nuestra querida ciudad, está en el buen camino. Después de décadas en las que quedarse en el terruño era, literalmente, resignarse a ver pasar las horas de sofoco entre cabezadas y refrescos, hemos llegado a un punto en que la calidad máxima, excelsa y 'cum laude', ha llegado a nuestro rescate. Y ha venido para quedarse. Se trata del Tío Pepe Festival, una iniciativa maravillosa que trae a este rinconcito del sur (muy grande, histórico y lo que queramos pero rinconcito al fin y al cabo) una programación que para sí quisieran muchas grandes capitales. Una programación atractiva que no sólo coloca a Jerez en el mapa sino que, además, nos saca del marasmo en el que nos sume este verano pegajoso, calenturiento... pero encantador. Aquí está, atractivo, evocador, con espectáculos para todos los gustos, dispuesto este Festival a alegrarnos el alma en estas noches de verano en las que el cuerpo nos pide languidecer. Nada de eso. Hay motivos para levantar la vista y mirar con optimismo a este horizonte veraniego que nos llega repleto de 'Calidad Jerez'.