La sinrazón progresista escala picos en la actualidad en los que falta el aire. Allí arriba, en las cimas de la progresía, simplemente no se puede respirar. Pero da exactamente igual, aquellos que tienen a la Iglesia católica como enemiga siguen viendo libertad de expresión en pintadas que dicen "no hay iglesia que dé más luz que la que arde" pero, sin embargo, se aprestan a denunciar cualquier mensaje dejado en la pared de una mezquita. "Islamófobos", dicen, de una cultura que sigue colgando a homosexuales y adúlteras de grúas ante el escarnio público. Estos días corre la sangre de los corderos, degollados en cualquier lugar, merced a una tradición musulmana a la cual respeto. Los progres callan. Es decir, dan su beneplácito a ese acto de cuchillo duro y afilado contra cuello blando. Hay que ser muy hipócrita para cargar, acto seguido, contra la fiesta de los toros. En el fondo, el toro da exactamente igual. El problema es que es la fiesta es nacional. Y a España, ya se ve, hay que darle por donde sea. Pues va a ser que no.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios