Diversas corrientes cristianas están celebrando la Cuaresma, como un camino de perfección hacía la fiesta de la resurrección del fundador del cristianismo. ¿Necesitan las personas agnósticas, ateas, indiferentes, creyentes, tener un tiempo de replantear su vida? Creo que sí. A veces la vida nos sitúa en una rutina diaria que pierde el sentido de lo que se hace, se desea, o se piensa. En la vida tomamos, poco más de una decena de decisiones que marcan el futuro. En las organizaciones laicas se celebran congresos y asambleas. Se revisan los acuerdos y su puesta en práctica. Pero a veces se acude a los congresos y asambleas a aplaudir a los que pensamos que son los ganadores. No hay reflexión sobre el sentido de la política, que no es otro que lograr la felicidad de la ciudadanía. En el combate político se utiliza a veces la mentira, la posverdad, el bulo, para destruir al contrario. Ejemplos en España, Rusia, EE.UU, Brexit… Hace falta un tiempo de reflexión. A creyentes y agnósticos.

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