Un día más, un año más se va cumpliendo y vas haciendo camino, vas creciendo y vas llenando la mochila de experiencias que te hacen más sabio, más fuerte y más tú. Tanto las buenas como las malas son productivas, todas ellas te van forjando, te van ofreciendo y mostrando los futuros caminos a recorrer. Una cosa siempre te lleva a otra, todo va encadenado, de una acción aparece irremediablemente una reacción, de una causa, un efecto y de una idea, un gran proyecto.

La vida se va haciendo en un paso a paso, la vida te va mostrando su melodía, nota a nota, haciendo que vibre tu música al compás de los tiempos vividos.

Pero en realidad, sólo existe este momento, lo que pasó, ya se fue, lo que sucederá, puede que sea o puede que no, eso nadie lo puede saber, ni los adivinos más eruditos.

Se cumplen años, pero eso sólo es un decir. Se cumplen los instantes, el ahora, el ya, el este momento, pero al detenerte, te das cuenta de que el primer 'ahora' ya no está, se desvaneció en las opacas neblinas del pasado. El tiempo no existe, no echemos la culpa al tiempo, a esa fugacidad de la vida que sentimos y sufrimos si pensamos en lo que ya se ha ido y no volverá, a ese camino que se hizo al andar al que, Machado, melancólicamente, ya no pudo regresar.

El pasado nunca es objetivo porque no es real, está bañado por filtros y añoranzas diversas que empañan la claridad, si hubo alguna vez tal objetividad.

No te aflijas por lo que ya pasó porque ya se fue, no temas por lo que vendrá porque las catástrofes son más feroces en nuestra propia imaginación que lo que luego vienen siendo en la realidad. Vive el ya, el instante, el ahora, este momento porque eso es lo único real, y vívelo intensa y conscientemente ya que esa es la verdadera llave maestra de tus deseos, de tu futuro y de tu porvenir.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios