Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Análisis

Manolo Romero

Aquellas ferias bizarras

Todos hemos visto cosas que no creeríais sin haber estado en las puertas de Tanhauser.

¡Ha llegado la Tere con la Tartana, que vende los bocadillos como le da la gana!

Aquellas Ferias de antaño… ¿Quién no recuerda pregones como el de la Tere y su Tartana, la Muñeca Chochona o el Perrito Piloto? ¿El Túnel de la Risa? ¿El Vaporetto, y a tu hermana se la meto? La Feria es el imperio de la bizarría, de lo sobrenatural y misterioso, lo estridente, lo excesivo y lo grotesco. Todos hemos visto cosas que no creeríais, sin haber estado en las Puertas de Tanhauser, sino en el Real y sus alrededores, y aún nos han contado historias inverosímiles que tuvieron lugar sobre el albero del González Hontoria.

Hay quien presenció a un chimpancé desdentado que se hacía fotos con quien pagase. Otros dicen que un hombre vestido de mujer les golpeó con una escoba de caña mientras viajaban en un tren que entraba y salía de un túnel. Los más viejos refieren que la Sansona del siglo XX retorcía tenedores en una barraca. El Látigo Macareno, El Gusano Loco, la Olla, El Canguro, la Nube… ¿Existieron en realidad? ¿O tal vez fueron fruto de los delirios de un borracho que, despistado, se perdió en los cacharritos?

Jura que viste camellos corriendo y un Túnel del Terror. Jura que esos cardenales te los hiciste en los tropezones, donde te embistieron sin piedad ni medidas de seguridad, mientras sonaba One way ticket a un volumen ensordecedor. Estoy seguro de que mientes. Nadie ha volado en un barco vikingo, ni ha golpeado, con una tajada como una perra, un punching ball. Nadie ganó un teletubbie disparando con una escopeta de balines. ¿Bebiste demasiado, verdad? ¿O ahora me quieres contar que te caíste por un agujero mientras perseguías a un conejo por la Feria?

No. Eso no. Pero a lo lejos vi unas luces, oí una música pachanguera, y una carpa gigante. Era el Teatro Chino de Manolita Chen, pleno de tunantas y chistes verdes. Y una tarde, en la plaza de toros, recuerdo a unos enanos dando brincos y a un bombero que trataba de lidiar a la fiera. Charlotada, creo que lo llamaron.

¿Aspirina y Olé? ¿El Kung Fu? ¿Cristo Vive? ¿El Goku? ¿La Marcha atrás? ¿Y que la puerta de esa caseta eran las piernas de una tía en pompas?

Falso. No me creo que antes la feria estuviese al lado de la vía del tren, y que cada año alguien se quedase dormido en los raíles, perdiendo la cabeza cuando despuntaba el día. Tienes mucha imaginación. Podrías dedicarte a escribir novela fantástica.

Piensa lo que quieras, pero yo estaba allí cuando empezó la pelea. Volaban las botellas y varias golpearon la Tartana de la Tere. Fue cuando el altavoz se volvió loco y comenzó a repetir:

Ha llegado la… Ha llegado la… Ha llegado la…

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