Análisis

fátima ruiz de lassaletta

'Huésped de mi viña', de Vicente Bobadilla

Inició el autor arcense José de las Cuevas, en 1950, el prologo la primera edición de 'Huésped de mi viña' diciendo: "El hombre que ha escrito este libro ha salido la tarde del 16 de agosto para su viña. Él tiene coche (…) pero ha ido a pie, ha preferido ir a pie sobre los terrenos blancos de albero, por las hijuelas de los pagos entre chumberas y agaves con su pitón florido donde hay siempre un mochuelo frotándose los ojos". Y lo acabó así: "Si ahora me preguntaran, si nuestros hijos, nuestros hijos amaran la vieja viña de Jerez como sus padres, yo contestaría que los hijos de Vicente, sí". Y yo añado, y sus bisnietos, que ya corretean entre las cepas de otras viejas viñas.

Sesenta y seis vendimias después, se ha cumplido el pronóstico de Pepe Cuevas y los hijos de su amigo Vicente Fernández de Bobadilla, con la reedición de este precioso libro sobre la Viña de Jerez, han demostrado que su amor sigue incólume por la vieja viña jerezana - que es decir tanto como por su vino y por la ciudad de las bodegas - y por la memoria de su progenitor. Y ahora, se han valido del presidente más longevo del Brandy jerezano, Evaristo Babé y del más joven de los tres hijos vivos de Bobadilla, Vicente junior, periodista y comunicador, para presentarnos esta exquisita obra literaria, en el marco de La Constancia.

Porque fue, de alguna manera, otra predicción de Cuevas, el acentuar que aquel joven hijo de vitivinicultor, autor lírico y después editor intercontinental, había llegado hasta la Viña andando, a pie. Porque despacio se aproxima uno mejor a las cosas que ama, a los seres queridos y así pudo - y dejó escrito - como paladeo cada recodo del camino, entre liños, hasta alcanzar la Viña amada. Antes de marcharse poco después a la vorágine empresarial de las grandes ciudades: Madrid, Nueva York, Milán, Lisboa y Río; por donde Fernández de Bobadilla se dejó- cientos de hora a bordo de aviones- su siguiente medio siglo de vida, como uno de los máximo responsable de la exclusiva y millonaria publicación multilingüe 'Selecciones del Redar Digest', en la que alcanzó una vicepresidencia, la presidencia de Latino e Iberoamérica.

José de las Cuevas y su hermano Jesús estaban por aquella década, primera de la mitad del siglo pasado, desde su mirador de Arcos, escribiendo y pronto publicando sus primeras obras literarias de temas tan jerezanos y bucólicos como el que hoy se reedita: 'Historia (apasionada) del Brandy de Jerez', 'La Bodega Entrañable', 'Historia de una finca', entre otros fueron los obras que ellos publicaron, que junto con las de Manuel Halcón - y más tarde con Muñoz Rojas - confluirían en lo que se vino a llamar la Narrativa Andaluza, de la que Bobadilla fue, para mí, también pionero con este libro que hoy nos ocupa. Opera prima, más no única ya que le siguieron 'Latidos' (poesía), 'La casa de Cristal' y 'El Brandy de Jerez' su última e importante obra. La de ahora imprescindible en toda biblioteca jerezanista.

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