El pasado viernes sentí el orgullo de estar presente, entre un reducido grupo de invitados al Ayuntamiento de Jerez, en el emotivo acto de entrega de una placa de reconocimiento a Juan Luis Bretón Abrisqueta, por toda una vida dedicada al vino de Jerez.

Para quienes no le conozcan, que ya es difícil, Juan Luis nació en Bilbao y llegó a Jerez en 1965 de la mano de su gran mentor Beltrán Domecq González, como director general de Williams & Humbert. Fue consejero y director general de John Harvey, gerente de Esesa y director de Fedejerez. Desde 1978 a 1990, director de la Fiesta de la Vendimia del Sherry.

Yo llegué a la sede del Consejo Regulador con doce años, a trabajar como botones, y tuve la suerte de encontrar en mi camino a tres personas que creyeron en mi: Alberto Durán Tejera, Juan Luis Bretón y, posteriormente, Paco Izquierdo en la Caja de Ahorros de Jerez.

El viernes pasado le dije a Juan Luis, al despedirme de él en ese acto, cuanto le agradecía lo que había hecho por mi. Y ahora lo hago públicamente.

Cuando yo le conocí como gerente del Grupo de Exportadores de Jerez, viajaba constantemente por todo el mundo, difundiendo y defendiendo las señas de identidad de nuestros vinos.

Le nombraron entonces director de la Fiesta de la Vendimia de Jerez y necesitaba en la organización una persona de su confianza. Juan Luis tuvo el atrevimiento de nombrarme secretario ejecutivo de la Fiesta, brindándome así una oportunidad histórica en mi vida, que me ha marcado hasta el día de hoy: mi amor por el jerez y por la que ha sido durante tantos años mi profesión, las relaciones públicas.

En mi vídeo 'De la cepa a la copa' digo, en la voz de un viejo viticultor, "hoy los ojos se me abrasan de mirarle al paisaje los recuerdos". Vuelvo la vista atrás y recuerdo el esplendor de la Fiesta de la Vendimia: embajadores y personalidades cada año en Jerez, prensa internacional, la relevancia de los actos que se celebraban, el volumen de negocio que generaba en la ciudad, etc…

Juan Luis fue mi jefe y hoy es mi amigo. Tuvo la visión de consolidar equipos de trabajo a su alrededor y creo que este reconocimiento que se le ha dado es de justicia.

Como ya dijo el viernes pasado, "si no hubiera nacido en Bilbao, le hubiera gustado hacerlo en Jerez". Aquí vive desde hace más de cincuenta años, aquí hunde sus raíces y aquí disfrutaremos sus amigos muchos años de él.

Yo siempre te estaré eternamente agradecido, como tu Jerez.

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