Quiero pensar que ayer el portavoz de Ganemos, Santiago Sánchez, tuvo un desliz en un instante del pleno municipal. En un momento del debate sobre la propuesta del PP de exigir a la Junta de que se comprometa por escrito a seguir apoyando económicamente el Gran Premio, le advirtió a Antonio Saldaña de que la auditoría de gestión sobre el circuito de velocidad va a "sacar las vergüenzas a algunos". Si existen irregularidades , lo que debe hacerse es mostrarse públicamente sin más premura las conclusiones del estudio porque apenas se tiene noticias de él desde hace casi dos años -esta se encargó para analizar la gestión del trazado desde 2001, aunque el PSOE intentó circunscribirla solo a los años de gobierno del PP-. En cambio, si aún no hay conclusiones los ediles deben guardar silencio porque lo censurable es aprovechar un acceso privilegiado a la evolución de los trabajos para lanzar globosondas cuando convenga atacar al contrario. Por ello, quiero pensar que lo de ayer fue un desliz fruto del acalorado debate.