E style="text-transform:uppercase">l lenguaje político ha manoseado, pervertido, desprestigiado la palabra radical, igualándola a extremista, violento, tajante. Radical viene del latín radix-radicis. Una persona radical es quien busca las raíces de las cosas y los acontecimientos. La filosofía en su comienzo buscaba la esencia y raíz de las cosas. Ha sido derrotada. Los gobiernos están interesados que la enseñanza sea productiva, y disminuyen las enseñanzas humanísticas. No les interesa que exista una sociedad que piense por sí misma y se plantee el origen de la pobreza, la desigualdad, la esclavitud, el ser…Esas búsquedas mermarían su poder sobre el pueblo infantilizado y sin ideología. La investigación sobre el cáncer necesita llegar a las causas, ir a las raíces de la enfermedad, comprenderla, y así buscar medios para combatirla. Mientras tanto aplicar medidas paliativas que mejoren al paciente. Ser radical no impide, sin abjurar de las creencias, buscar acuerdos paliativos. Monseñor Osés Obispo de Huesca dijo hace años: La causalidad de la pobreza es que haya ricos. ¿Extremista?: No.

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