Análisis

Juan alfonso romero

LAS SUEGRAS Y El ESPÍRITU DE LA NAVIDAD

¿esta noche qué haces? ¿Vas a pasarla bien o en familia? Esa es la pregunta -con broma incorporada- que hacemos algunos a los que nos gusta un poquito jugar con las palabras. Hoy, 24 de diciembre, ¿de qué voy a hablar si no es de esta noche de Nochebuena y de mañana que es Navidad? Sería poco oportuno hablar de otra cosa. No voy a hablar de los independentistas, ni del injusto trato a Pacheco, ni de la mala situación del polígono industrial El Portal, ni de los autobuses urbanos ni de las calles de Jerez, me niego. Hoy toca Navidad "y sus derivados" como dice mi querido y admirado Fernando de la Morena, que por cierto poco a poco mejora del resfriado, ministerial resfriado que le ha pillado estos días. Cosas del directo.

Hoy toca hablar de ese efecto navideño por el que debemos luchar siempre, no sólo en Navidad, aunque hay algunos que ni en Navidad cambian su espíritu. Siguen siendo unos 'malahoras' y no les cambia el espíritu así le toquen el Gordo y el flaco… La Navidad es momento de reflexión, punto de reseteo y de abrir la mente con enérgico propósito de mejorar en aquellas áreas que son inmediatamente mejorables, sobre todo con el prójimo. Si nos tratamos bien a nosotros y somos felices, trataremos mucho mejor a los demás y así el 'negocio de la vida' será más 'rentable' para todos.

Esta noche vamos a pasarlo bien en familia o sin familia, con amigos que son también familia en el caso de aquellos que estén distanciados moral o físicamente. Cada uno tendremos nuestros motivos para rebatir esta propuesta, pero sin familia es peor la Navidad. De hecho, se muestra difícil porque van faltando seres queridos. Una buena sonrisa de bienvenida y una mirada de amabilidad son capaces de cambiar cualquier momento de incomodidad. La familia no se elige y los amigos sí. No sé qué es peor o mejor porque hay personas que son peores eligiendo amigos que aceptando la familia que les tocó en la vida. Pero, llegado el caso, la familia es la familia. La que sea, la que te haya tocado. Hay que tirar de ese Espíritu de la Navidad y olvidarnos de las diferencias entre cuñados y cuñadas (tela marinera), los rencores interfamiliares y la famosísima figura de la suegra: queridísimas suegras, qué dolor de vosotras que salís en todos los chistes e incluso se inventó el matasuegras. La verdad es que nunca llegué a entenderlo con lo buenas que son las suegras. Así que os pido un favor a todos a todos los que tengáis la suerte de tenerlas entre vosotros: que las miméis con mucho cariño porque en cualquier momento os pueden faltar. Feliz Nochebuena, Feliz Navidad a todos (incluidas las suegras).

Y vaya Vd. condió.

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