Análisis

Anabel Vázquez

Solidaridad entre las cofradías

Encontrándonos ya casi en el ecuador de la Cuaresma, los actos de hermandades cada vez se van multiplicando más. Por destacar algún aspecto, es raro la hermandad que no haya presentado su cartel anunciador de esta Semana Santa, y es que, en el ambiente cofrade que nos movemos, los actos de presentación de carteles gustan mucho, aún más si dicho acto está acompañado por alguna agrupación musical. Con dichos carteles cada hermandad presenta al resto del mundo como se vive en Jerez la pasión de Cristo, ya que la mayoría recogen grandes estampas de nuestra Semana Santa. No es raro salir fuera de la provincia y encontrarte en ciertos bares algunos de las hermandades más antiguas y simbólicas de nuestra ciudad. Aunque, con menos frecuencia, también podemos encontrarnos con estampas, o carteles en algún caso, de los titulares de las hermandades más jóvenes de nuestra ciudad. Y es que sí, es indudable que nuestra Semana Mayor es hoy en día lo que es gracias, en parte, a todas y cada una de las cofradías que tiene esta ciudad, ya que algunas no han dejado de salir y proclamar su fe ni en los tiempos más antiguos, en los que se encontraban con un gran declive politicosocial. Gracias a esa constancia que tuvieron, son hoy las grandes hermandades que procesionan en esta ciudad en nuestra ansiada Semana Santa. Pero, ¿ y qué pasa con las hermandades de vísperas? ¿O las hermandades nuevas que ya procesionan por carrera oficial? ¿Son menos valiosas? En esta época tan cofrade como la que nos encontramos, se pueden leer muchos artículos donde se da a entender que estas nuevas cofradías deberían de tener menos derecho, o menos voz, por decirlo de alguna forma, que las que llevan toda la vida. Sin caer en la idea de que todas han sido creadas para lo mismo, para proclamar nuestra fe y para ayudar al necesitado, ya que si te pones a mirar las llamadas "nuevas" están haciendo una labor social que nada tendría que envidiar a las demás, es cierto que los años dan experiencia, pero la juventud da frescura. Pero todo esto viene ocasionado por las nuevas incorporaciones que, poco a poco, se irán haciendo de los días de vísperas a días de la Semana Santa. Dentro de lo que cabe, podría ser entendible, y puedo llegar a entender, que para las que llevan tantos años en un día de la Semana Santa reajustar horarios por las nuevas incorporaciones puede ser un pequeño caos, pero todo esto es ley de vida. Nunca hay que olvidar, como he mencionado anteriormente, que todas han sido creadas para lo mismo, así que bajo mi humilde punto de vista, debemos parar de tirar piedras en el tejado del vecino y arrimar todos el hombro para que nuestra Semana Santa siga creciendo.

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