E L ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero es un alma libre. Él, como espíritu condenado a vagar por el etéreo que es, va y viene, vuela, sobrevuela, picotea y liba el néctar de cuantas flores se le ponen al alcance. Como un pajarillo, este hombre se reúne con quien le parece, le brinda esa sonrisa inocente que asemeja a la de Mister Bean pensando que es alguien valioso, que crea tendencia, opinión... Este hombre se niega a entender que Felipe González definió a la perfección lo que es un ex presidente: un jarrón chino, que es muy, pero que muy valioso, pero que nadie tiene ni puñetera idea de dónde hay que colocarlo (para que no se rompa, ni luzca feo... porque feos son). En cambio, esta alma libre del PSOE se reúne con sátrapas como Maduro, le sonríe, le ríe las gracias y, lo peor, le da aire a un individuo que acogota a su pueblo bajo una dictadura de izquierdas. Zapatero, como siempre, sonríe, ignorante del daño que hace. Los brotes verdes aún le recuerdan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios