Los derechos ciudadanos fueron implantándose desde los primeros burgos, ciudades, hasta la irrupción del pueblo en la política con la revolución francesa y la rusa en 1917. La ciudad, hogar de los derechos ciudadanos, actualmente está en la fase de privatización por parte de los grupos que ya la poseían. La ciudad es un laboratorio de ideas, comunicación, desarrollo, cultura, movilidad, conocimientos. Corre el peligro de la privatización para el beneficio particular. Se privatizan los espacios públicos con planeamientos que vacían los centros urbanos. Se expulsan a sus habitantes a las periferias mal dotadas de servicios y desheredadas de la historia común. El derecho a la ciudad corre el peligro de ser secuestrado por los muñidores de intereses privados. El espacio público se privatiza con la agresión contra el derecho al descanso, con la inacción contra el ruido. Siento con los ciudadanos atacados en sus derechos en La Rambla de Barcelona y en Cambrils. También en los Mosul, de Kabul…