Hace tiempo que vengo observando que mi profesión está enferma. Y no lo digo porque siga habiendo jóvenes, y no tan jóvenes, con ganas de hacer cosas interesantes y creativas, sino por una corriente abominable que, de no frenarse pronto, acabará con muchos de los conceptos que siempre hemos entendido como fundamentales. Me refiero a esa corriente del click, instalada dentro de las redes sociales e internet y que no busca otra que cosa que el internauta pinche. Es lo único que interesa, lo demás no importa. Si no se contrasta, no pasa nada, y si se titula con palabras llamativas y a veces exageradas, mucho mejor, aunque dentro de la propia noticia apenas aparezcan dos datos importantes, aderezados con inventiva o conclusiones rescatadas de la propia internet. No, no fue eso lo que aprendí con entusiasmo en la facultad, lo que descubrí en aquellas primeras prácticas con profesionales ejemplares o lo que he seguido aprendiendo en estos 18 años de profesión. El periodismo no es eso, pero mientras se siga fomentando, una parte de él morirá o dejará de ser válido.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios