Los mismos que miraron hacia otro lado cuando permitieron que saliera a Bolsa una caja de ahorros reconvertida en banco con unos números más falsos que un billete de 300 euros se dedican ahora a recoger firmas apoyando a aquellos que lo permitieron tanto por acción como por omisión. Son los mismos que no alertaron de que esta misma entidad 'vendía' unas preferentes que se convirtieron en una trampa para miles de ahorradores con escasos conocimientos financieros. Son los mismos que tampoco advirtieron del riesgo de una burbuja inmobiliaria que permitieron que este país se creyera ser la séptima potencia mundial económica con un grifo crediticio que parecía no tener fin. Y son los mismos que ahora piden retrasar la edad de jubilación alegando que explorar otras vías para hacer sostenible el sistema podrían ser "perjudiciales" para la "sostenibilidad económica". Tal vez en el suntuoso edificio de la madrileña plaza de Cibeles deberían empezar a recoger firmas para hacer del Banco de España un órgano regulador real .