El fin de semana ha destacado por noticias como el tercer campeonato consecutivo de Peter Sagan en los mundiales de ciclismo, el triunfo del equipo europeo en la novedosa Copa Laver de tenis, o las actuaciones de Márquez y Mir en el GP de Aragón. Eso al margen del fútbol. Para el que escribe, la noticia del fin de semana no ha sido ni el marcaje al hombre de Maffeo a Messi, ni la irrupción de Dani Ceballos como goleador merengue. Ni siquiera, a nivel local, el buen momento de Guadalcacín, Xerez DFC y Jerez Industrial o los paupérrimos números del Xerez CD.

La mejor noticia del fin de semana ha sido el regreso del histórico Racing Club Portuense cuatro años después de su último partido. El club de El Puerto de Santa María, que cumplirá los 90 años en 2018, ha vivido una pesadilla desde que a finales de 2008 abandonase la nave Manuel Lores, constructor con el que la entidad alcanzó la Segunda B y disputó una fase de ascenso a Segunda A; pero que en su deriva -quiso construir un nuevo estadio en zona protegida y tras la negativa consistorial, unos bajos comerciales en el Cuvillo- llevó a la entidad a la ruina, abocándolo a un concurso de acreedores sui generis donde él era el principal acreedor. El Portuense se desmoronó hasta que en la temporada 13/14 renunció a Tercera.

Ahora intenta reverdecer laureles saliendo desde la última categoría conscientes de que la empresa, con la administración judicial como espada de Damocles, es dificultosa. El equipo cayó en Jerez contra el JJ Industrial pero qué más da. Ojalá la labor de los dirigentes sirva para reflotar este histórico del fútbol provincial. Personalmente, le tengo un enorme cariño a esos colores. El trabajo me llevó a El Puerto en 1998 y hoy no puedo dejar de acordarme de Pepe Cuevas -la mejor persona que me he cruzado en este mundillo futbolístico-, su hermano Antonio, de Ramón Suárez, de Ignacio Corzo, de Ferrer, del Trompeta en Preferencia, de Luis Miguel Rubiales y Lolo Prado y, cómo no, del gran Chicharito. ¡Ese Racing, oé!