Análisis

Laura álvarez

Portavoz del gobierno municipal

Estamos a tiempo

Siempre he tenido un alto concepto de la política, de la importancia y la dignidad que supone ejercerla. Un concepto que considera que estar en ella es para mejorar la sociedad en la que vivimos, pese a que en ese viaje a veces deben tomarse decisiones difíciles. Es imposible contentar a todo el mundo ni caerle bien ni simpática a todos. También que todos compartan lo que haces, lo que piensas o lo que dices. Es lógico. La diversidad es una de las características más positivas de nuestra sociedad. Respetarlo, por tanto, y aceptar que otros actúan, creen, piensan e incluso se equivocan de forma diferente a ti debe ser un principio básico de nuestro sistema democrático.

Son ideas que siempre han estado presentes en mi vida y que estos días se han visto reforzadas por diferentes cuestiones. Una, la situación política por la que está atravesando Jerez. No voy a señalar a nadie. No creo que haga falta. Las reflexiones expresadas en estas líneas solo pretenden servir para explicar una posición, unas ideas y un convencimiento que nadie me va a hurtar. Porque nunca antes, en el tiempo que llevo en política, había estado tan convencida de algo.

Creo que el Gobierno municipal del que formo parte ha demostrado suficientemente en el año y medio aproximado que lleva al frente del Ayuntamiento de Jerez que nunca ha cedido al chantaje de nadie. No lo ha hecho pese a las fuertes presiones, a las amenazas y los ataques en nuestro ámbito privado que hemos sufrido. No lo hemos hecho porque estamos convencidos de que en política nunca se puede ceder a los chantajes. Diálogo, siempre. Negociar, ceder, modificar criterios para alcanzar acuerdos, también. Vetos y chantajes, repito, nunca. Por convicción, por responsabilidad y por principios. Y si nos limitamos al ámbito de la actividad política, tampoco, sobre todo en un plenario tan fragmentado en el que nadie tiene mayoría para gobernar en solitario. Hacerlo supondría un grave precedente con nefastas consecuencias por razones obvias.

Pero voy más allá. Para ello vuelvo a mis primeras líneas, en las que hacía referencia a mi concepto de la política. Entre mis principios, algo que entiendo que todos deben respetar, están la lealtad a unas ideas y a un proyecto en el que me embarqué porque entendía y sigo entendiendo que es el mejor posible para esta ciudad y este Ayuntamiento. En nuestro caso -el de los socialistas, el de todos los concejales del PSOE de Jerez, y el de todo el partido en el que con orgullo milito- ese proyecto estaba y sigue estando liderado por Mamen Sánchez, la persona que la mayoría de la militancia socialista considera como la persona idónea para capitanear el barco, ese mismo barco al que cabe recordar que otros no quisieron subirse en su día porque quizá entendían que la responsabilidad era excesiva y se estaba más cómodo en la orilla pisando tierra firme, algo que respeto, pero no comparto. Parece que otros grupos políticos no han entendido que nuestra democracia interna es inquebrantable. Las primarias del PSOE fueron y son una fiesta democrática que ningún socialista vamos a contradecir. Ningún concejal socialista votaría a otra persona que no sea la actual alcaldesa, por coherencia, por convicción y por lealtad a nuestro partido y a nuestra propia democracia. Ella es la persona que ganó las primarias socialistas y la única que obtuvo el apoyo mayoritario del pleno gracias a los votos de PSOE, Ganemos e IU. Y que no cuenten con los concejales y concejalas del PSOE para apoyar a otro gobierno que no esté encabezado por ella. No nos vamos a someter a chantajes, ni a presiones injustificables. Y por respeto, por supuesto, a las primarias de mi partido. Los números solo salen si Ganemos y PP se unen.

Nadie le impide que lo hagan. Si ellos desean que Mamen Sánchez deje de ser alcaldesa de esta ciudad, lo tienen a su alcance. Está en su mano. Pero que nadie se lleve a engaños: el PSOE al completo respetará la decisión de Ganemos y el PP si la misma llegará a plantearse, pero la combatirá y criticará por incoherente. Porque nada hay más incoherente en estos momentos políticos de la ciudad que Ganemos y Partido Popular unan fuerzas para desalojar a un gobierno de izquierdas. En mi humilde opinión, y espero que así sea entendida, lo que la ciudad está esperando no es eso, sino todo lo contrario: que Ganemos e Izquierda Unida se sumen a este Gobierno, sin vetos ni chantajes, y que juntos sigamos liderando desde la responsabilidad una ciudad que necesita más izquierda y progreso.

Actualmente formamos un Gobierno pequeño, con muchas competencias por delegados, pero que estamos haciendo un trabajo serio y digno. A los datos me remito: tan solo en lo que va de año más de 2.100 iniciativas han sido aprobadas en Junta de Gobierno Local. Nadie, por tanto, podrá nunca cuestionar la dedicación, el trabajo y el esfuerzo que estamos invirtiendo en tratar de dar soluciones a los problemas que tienen la ciudad y su Ayuntamiento, independientemente de que algunas decisiones puedan gustar a algunos más que otras, pero, insisto, la diversidad y confrontación de opiniones forman parte de la esencia de la actividad democrática.

Enlazando con eso, creo que este Gobierno ha dado igualmente muestras suficientes de querer llegar a un acuerdo para aprobar el presupuesto de 2016, en reuniones con todos los partidos. Repito: todos. Tanto es así que dimos (y seguimos dando) la posibilidad a todos los partidos de presentar las propuestas, mejoras o modificaciones al mismo que considerasen oportunas. Repito: todas las que considerasen oportunas. ¿Y cuál fue el resultado? En el caso del PP ninguna propuesta, Ganemos tiene todas las propuestas que hizo en su momento incorporadas al presupuesto, pero si considera alguna más, sabe que estamos abiertos al diálogo.

De los partidos que han apoyado el presupuesto, a los que agradecemos su responsabilidad y sentido de ciudad, IU ha presentado cuatro propuestas que lo enriquece y Ciudadanos ha tendido la mano para que desde esta semana empecemos a trabajar el próximo presupuesto y se tenga en el primer trimestre de 2017. Si algo tienen estos presupuestos es que todos los grupos pueden verse reflejados en ellos, todos pueden ver su sello en los mismos. Por tanto, no se entiende esa sinrazón para que dos partidos, uno de derechas y otro de izquierdas, no permitan que salga adelante. No se trata de apoyar, sino de permitir su aprobación con la abstención de uno de ellos. Porque de no hacerlo, las fatales consecuencias, que ya han sido sobradamente explicadas, las iban a sufrir los jerezanos. Por favor, sumemos. Por nosotros no va a quedar.

Vuelvo a apelar, por tanto, a la coherencia y a la responsabilidad de todos, especialmente de lo que siguen anclados en el bloqueo sin importarles las consecuencias. Ningún grupo municipal tiene mayoría para sacar el presupuesto en solitario, ni el PP aunque sume más concejales. Por eso es necesario que, al decidir el voto de un presupuesto, en el que se pueden ver todos reflejados, pensemos única y exclusivamente en los jerezanos que pueden verse beneficiados. Creo que los ciudadanos no esperan de la política ver más vetos ni más bloqueos, y menos en Jerez, sino que esperan esfuerzos encaminados a sumar, a arrimar el hombro, a trabajar, a negociar, a dialogar... es tiempo de dejar a un lado los enfrentamientos personales y ser capaces de entendernos en beneficio de una ciudad que lo necesita. Porque todos debemos tener muy claro dónde acaba la política y dónde empieza lo personal.

Abandonemos las trincheras, por favor, y empecemos a ejercer el diálogo que la ciudadanía espera de nosotros.

Es tiempo de diálogo.

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