La Italia irredenta (traducción literal en español: Italia no rescatada) fue un movimiento de opinión activo en Italia a finales del siglo XIX, que surgió a raíz de la unificación de Italia. Predicaba la anexión al nuevo Estado italiano de otros territorios limítrofes o próximos por razones lingüísticas, culturales o históricas, para que Italia alcanzara -según los irredentistas- sus "fronteras naturales". La Italia de Mussolini hizo de ello unos de los ejes de sus reivindicaciones internacionales.

En mi opinión, algo aparecido le ocurre a Jerez: ha perdido parte de sus fronteras naturales urbanas y hay que rescatarlas. Una de ellas, me parece, es la Alameda Vieja. Salvo para los turistas, se antoja que Jerez termina por esa parte en la calle Armas; la frontera parece que es la Plaza del Arenal.

Nuestros padres paseaban hasta la Alameda Vieja, esperaban el cambio de marea para tomar el fresco y disfrutar de las puestas de sol que se oteaba a poniente. Ese paisaje sigue siendo el mismo, el triangulo de oro que forman Gonzalez Byass, el Alcázar y la Catedral es la imagen urbana más bella de nuestra ciudad. Y ahora, salvo para el mercadillo de los domingos, ese espacio está desaprovechado.

Además, aliviaríamos a la martirizada Plaza del Arenal, constantemente ocupada por exposiciones, ferias y todo una suerte de acontecimientos que, en mi opinión, desvirtúan el sentido de plaza central de una ciudad, se hace incomoda y no se disfruta. Llevemos todos esos eventos hacia la Alameda Vieja, remodelemos la Plaza del Arenal, estimulemos los negocios de hostelería que allí existen y prolonguemos Jerez hasta la cuesta de la Alcubilla. Volvamos a disfrutar de ese espacio, acerquémonos más a nuestra historia, sintamos orgullo de las andanzas de nuestros antepasados.

En definitiva, liberemos la Plaza del Arenal de sus actuales pesos, cargas y gravámenes. ¡Jerezanos reconquistemos la Alameda Vieja!