A rienda suelta

Carlos Piedras / Cpiedras@diariodejerez.com

Ansiedad, angustia, inquietud, frustración, fastidio, irritación...

ANSIEDAD, angustia, inquietud, frustración, fastidio, irritación y temor. Todo eso le causa a un vecino de El Puerto la motorada, según el juez que ha condenado al ayuntamiento vecino a indemnizarlo con 4.000 y pico euros por los perjuicios causados. Imagínense que los vecinos de la Avenida, avenida México y plaza del Caballo se hubieran puesto de acuerdo en los buenos tiempos y hubieran decidido ir a un juez (preferiblemente al de El Puerto). A estas alturas el Ayuntamiento estaría, ahora sí, en suspensión de pagos. No sé, yo he vivido en sitios próximos a la motorada (calle Guadalete, edificio Huelva) y no me parecía que fuera tanto... con el pequeño detalle de que yo también estaba en la calle y no acostado, se me olvidaba. A mí la motorada no me causa ansiedad, angustia, inquietud, frustración, fastidio o temor, pero tengo que reconocer que sí me produce irritación. Creo que difícilmente haya algo más hortera que salir a comer pipas con la/el churri del brazo para ver a los moteros.

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