HE tenido que usar una coma al titular esta crónica, ya que al no tener costumbre de acentuar las mayúsculas, la clasificación como dibujante que me permito otorgarle a Berenguela, lo hacía confundirse con su apellido de casada, lo que por otro lado, estoy segura de que no le hubiese importado que sucediera, ya que en esa familia jerezana, también hay y ha habido, excelentes artistas como su prima Mercedes Díez Pemartín, brillante pintora, y su tía lejana Josefina Díez de Lassaletta, encuadernadora regia, y Jorge Marenco Díez, fotógrafo amateur.
Más a mi modesto parecer, a los Almocadén – en el siglo pasado también se conocían localmente y en la sociedad andaluza y española, a los jóvenes por los títulos de sus Casas –les viene la vena de artistas, los que lo son, por González-Gordon, pero no sé exactamente en qué generación; pudiendo citar, desde luego, en la de su abuelo el vizconde, a sus hermanos Manuel Jesús, escultor; Beltrán, dibujante y pianista de oído; a sus primas Dacia y Luisa, pintoras con flores secas y acuarelas, respectivamente, y ya en la de sus padres, a Mercedes de Bolín, delicada poetisa y la otra Mercedes, Peraleja, de fina lírica espiritual. También las primas Begoña García, periodista y escritora, y Bibiana González, multifacética; y ellos mismos sus progenitores Manuel y Carmen: esteta y encuadernadora preciosista donde los haya, respectivamente. Sin olvidar en la actual joven generación a los pintores de éxito Maldonado y Pemartín Lara, y a la propia hermana de Berenguela, arquitecta de interiores de renombre: Belén.
Me interesa reseñar lo que antecede, porque la delicadeza de espíritu de una familia es la sal y la pimienta de la vida con que la creación le adorna. Y en el caso de nuestra artista de hoy, nos encontramos ante una dibujante de una precisión milimétrica y de un manierismo pleno, con los que es capaz de plasmar en el papel y con la simple ayuda de sus lápices y a lo más carbón, toda la expresión que le inspiran los objetos, cosas y flora. Más Beren, como le llaman en familia, conoce otras muchas técnicas de la pintura, como es el manejo del oro y de su impresión a fuego y las técnicas de la miniatura y del gravado, por lo que nos encontramos ante una completa artista.
Cuya exposición, la de Berenguela de Domecq-Zurita y López de Solé, será inaugurada hoy en la Sala Tío Pepe, y estará abierta al público – entrando a la bodega por la calle Unión-, hasta el próximo día 20, en horario de 19 a 21 horas y el domingo de 12 a 14 horas. Allí podrá admirarse esta muestra, rodeada de las botas cuya crianza de su vino es el mayor arte de la familia González, que les dura ya por seis o siete generaciones.
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