Gafas de cerca

Tacho Rufino

jirufino@grupojoly.com

'Bertinazo' en Galapagar

Llamar a un plebiscito a las bases para lo del chalé de marras es la viva imagen del hiperliderazgo

En España vivimos en una realidad paralela, en un teatro programado mediante perversos mecanismos de control mental colectivo. Como aquel Jim Carrey de El show de Truman, o Keanu Reeves en Matrix: una simulación computerizada gigantesca da contexto a nuestras pequeñas vidas y a nuestro gran corazón. Como si alguien se estuviera divirtiendo con nosotros haciéndonos juguetonamente ser figurantes de una realidad impostada: un Gran Hermano, maléfico, nos fabrica un escenario en el que las cosas importantes -paro, economía, desertización, migraciones, terrorismo, guerras, pederastia, archipiélagos de plástico, cáncer, pensiones- quedan detrás de las accesorias: bodas reales con morbo racial, lista de Lopetegui para el mundial, chalés de lujo para parias de la tierra, los tardoadolescentes de Operación Triunfo que mandamos a Eurovisión, el nacionalismo de ricos (sí, ya lo hemos justificado aquí otras veces, considero a esto último un capricho aliñado con ansia de poder y multiplicado por tinta de calamar sobre el tres percent).

Lo del bertinazo de Iglesias y Montero ha sido más sorprendente, dónde va a parar, que el descarte de Morata para Rusia 2018 y que el libro que Alfred le regaló a Amaia por su cumple, y hasta que el racismo bilioso de Torra. El plebiscito con el que la roja pareja en plena tirantez de conceptos quiere regatear la incongruencia de esta inversión en vivienda es una de las mayores muestras de jefatura nociva a la que hemos asistido en este siglo apenas mayor de edad. El hiperliderazgo de Pablo va tan sobrado que soluciona su dilema moral -si es que él lo siente; dilema es, sea como sea- poniendo a sus bases, a sus entregados fieles ahora estupefactos, a los pies de los caballos: "Detrás de mí, el vacío: vosotros veréis, ojito al votar". Qué bocados de realidad sobre el populismo nos ofrece esta formación que es -¿fue?- una respuesta lógica en un país comido por la corrupción que suele corroer las instituciones con las vacas gordas. Tanto como muchas planillas de diarios digitales, de parrillas de televisión, de tráficos de whatasapp y tuits: lo prioritario, lo urgente, lo actual es lo banal. Por eso, sin empacho ni complejo alguno, voy a verme tantos partidos del mundial como pueda. La metarrealidad al poder; quién quiere penas de verdad. A divertirse, chavales. (1985, cruzando el Jerez del hoy preso Pedro Pacheco camino de la playa, podía verse una pintada monumental: "Bertín, te vamo a caé el chalé". ¿Se lo "caerán" las bases a Pablo?).

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