El Broadway de España

He ido al Broadway de Sevilla. Al Palacio de Congresos y Exposiciones para ver el musical 'El Médico'

Recuerdo la primera vez que vi en el Radio City Music Hall de Broadway en Nueva York, El cuento de Navidad. De esto hace más de veinticinco años. Me encontré con un descomunal espacio en el que cabían y, si siguen entrando, más de cinco mil personas pero al contrario de sentir frío por su inmensidad, de inmediato percibí calidez, acogimiento. Ocupé mi asiento y sin que nada hubiera sucedido aún para mí aquello ya era todo un espectáculo. Los grandes telones del escenario, de color dorado, que dicen que no se pueden cambiar aún cuando las renuevan porque son un Hito Histórico Nacional. Los asientos tapizados en color rojo sangre. Las paredes arqueadas desde las que asoman pequeños balcones… La música me abrazaba todo el cuerpo hasta producirme la sensación de que formaba parte de uno de los habitantes del pueblo donde vivía Mr Scrooge; el hombre malvado y huraño de Charles Dickens que se transforma en Navidad, fechas que odia, hasta convertirse en un hombre bueno. Lloré lo que no está en los escritos. El espectáculo entre decenas de ositos, muñecos, bailarinas, Rockettes perfectamente sincronizadas , regalos con vida propia, incluía la versión católica de nacimiento de Jesús. Nació en lo alto de una colosal montaña donde José y la Virgen María recibían los presentes de decenas de pastores con auténticos rebaños de ovejas y la llegada de los tres Reyes Magos cabalgando a paso magistral sobre sus jorobas. Imagínese lo que sentí al ver que, sobre un escenario, habían metido animales de verdad y tres auténticos camellos. Ir a Broadway para mí es una tradición y voy viendo su evolución; de las gafas tridimensionales a los actuales drones.

He ido al Broadway de Sevilla. Al Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla inaugurado hace 28 años para ver El Médico. La impresión ha sido magnífica ya que, al fin, rentabilizamos nuestras infraestructuras reinventándolas hacia el fomento de la cultura y el espectáculo generando el incremento del turismo fiel. Que talentos como Iván Macías, Félix Amador, Manolo Marvizón y Pablo Martínez hayan conquistado a Noah Gordon para traer su novela a Sevilla, a nuestra comunidad, es un éxito sin precedentes. No les desvelaré el resultado sino mi emoción de que si en el Broadway de Nueva York llevan representando el Cuento de navidad 85 años mi sincero deseo es que podamos mantener éste tesoro como seña de identidad andaluza por los siglos de los siglos. Amén.

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