Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Candidato Montoro

Tras la Navidad, vuelta a la cruda realidad. Y tras la carta a los Reyes Magos, la carta de Montoro. El ministro de Hacienda ha saludado a 2018 recordando a una serie de ayuntamientos de España que no están haciendo los deberes y lanzándoles el aviso de que su departamento puede llegar incluso a la intervención (más todavía) de la gestión económica. Y adivinen qué ayuntamiento está en la lista o, mejor dicho, sigue en ella y su imagen se usa como ejemplo para ilustrar esta situación. Sí, Jerez. A la ciudad le está costando librarse del sambenito de ser una ciudad arruinada económicamente y resulta recurrente ponerla como paradigma de la mala gestión desde hace años. Situación de la que se culpa siempre a la etapa de Pacheco -aunque dejó de tener responsabilidades de gobierno en 2007- pues ni el PP ni el PSOE admitieron o admiten parte de culpa en ello. Cierto es que la losa que el ex alcalde dejó a sus tres sucesoras era tan pesada que ha sido imposible de levantar hasta nuestros días. El Ayuntamiento de Jerez creció tanto que durante años, como decía el propio Pacheco, fue la "locomotora de la ciudad", pero a costa de pagar un altísimo precio. La enorme estructura montada es imposible de mantener en estos tiempos. Se acabaron los ingresos que llegaban por la frenética actividad urbanística y no se ha encontrado un recambio para alimentar unas arcas municipales que cada mes requieren ingentes cantidades de dinero. El PP creyó encontrar la fórmula con un ERE en la plantilla del Ayuntamiento y no sólo no sirvió para aliviar el gasto sino que además la impopular medida le acabó costando el gobierno municipal.

Los ajustes sucesivos que se vienen realizando, desde el recorte de productividades del personal a la renegociación de contratos de servicios, no son suficientes para que, a corto o medio plazo, la deuda mil millonaria de esta ciudad se reduzca a límites razonables. Sería necesario al menos un siglo y siempre que se mantuviese ese ritmo. Y ya sabemos que los políticos suelen ser cortoplacistas y amigos de aquello de que "el que venga detrás que arree" y la patada a seguir. Y el año que viene hay elecciones municipales, con eso queda todo dicho.

No resulta extraño que, ante esta situación, el protagonista del presente mandato municipal, no sólo en Jerez sino en muchos ayuntamientos, esté siendo Cristóbal Montoro. Si a ello unimos que el PP local utiliza su política económica para desgastar al gobierno local desde la oposición y que a estas alturas no ha nombrado a su próximo candidato/a, casi se podría decir que es quien está haciendo la precampaña con sus constantes avisos y amenazas.

Ahora bien, la pregunta es si unas elecciones municipales se ganan por las cuentas de un ayuntamiento. El de Berlín es uno de los más endeudados del mundo, 60.000 millones de euros, una cantidad imposible de saldar incluso en varios siglos. Por eso no es extraño que uno de sus alcaldes dijese aquello de que "somos pobres, pero sexys". Y le funcionó.

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