Cataluña sale de la UVI

La huida de bancos y empresas es la medicina que puede devolver al enfermo la cordura y el sentido común

Cataluña está en la UVI bajo una fuerte vigilancia médica. Especialistas en finanzas y blanqueo, orden público y seguridad, populismo y supremacismo nacionalista, comercio y deuda pública miran sus constantes vitales, su tensión, su campo visual. La semana que viene el enfermo puede pasar a planta o ir al quirófano. Depende de si se imponen los pragmáticos o los fundamentalistas.

El bajón en la Bolsa de los dos bancos catalanes, que tienen la mayor parte de su negocio fuera del Principado, ha forzado un aterrizaje en la realidad que ha desmovilizado a una parte de los sediciosos. Les dijeron Mas y Junqueras que los bancos no se irían nunca, que se pelearían por quedarse. Que ellos podían separarse de España y seguir en la UE y el euro. Pero Caixabank, Sabadell, Gas Natural y una larga lista de sociedades han salido huyendo, para refugiarse bajo el paraguas de la Unión Europea. El mercado, los accionistas vendiendo a la baja, los clientes retirando depósitos, han dejado sin crédito a los predicadores de la independencia guay, sin control, contra la ley.

Pero el riesgo de lo que mi colega Enric Juliana llama ulsterización de Cataluña, por la vía del 155 o por la declaración de independencia, sigue existiendo. Para evitar ambos trances el neosoberanismo capitalista empieza a recular. Marta Pascal, la joven coordinadora del nuevo partido de los convergentes mostró ayer en la SER su preocupación por no perder a los moderados de las filas independentistas. Y Mas, uno de los maquinistas responsables del descarrilamiento de la locomotora de la economía española, manifestó a Financial Times que Cataluña no está lista para una independencia real. Después desmintió al periodista.

A lo que no están acostumbrados los insurgentes es a que les desmientan a ellos. Es uno de los fallos del periodismo en esta crisis. Las teles han exprimido el espectáculo de las calles, con manifestaciones grandes, medianas y pequeñas a todas horas, pero no han hecho mucha investigación. ¿En qué hospitales están ingresados los 800 heridos? Por qué hay que dar por buenos los dos millones y pico de votantes, contados a voleo y maquillados para su anuncio oficial.

Por el contrario, hay unos resultados fidedignos incontestables de este referéndum ilegal y del golpe a la Constitución: Caixabank tiene su sede en Valencia, el Banco Sabadell en Alicante, Gas Natural y Arquia Banca en Madrid… Y así. Una medicina que puede sacar al enfermo de la UVI y devolverle la cordura y el sentido común. Veremos.

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