EL próximo viernes un grupo de mujeres consejeras en sociedades que cotizan en Bolsa procederemos a tocar la campana de apertura de la sesión, para celebrar el Año de la Mujer en la UE y el compromiso de España por el aumento de las mujeres en los consejos de administración.

Tengo el honor de pertenecer como consejera a una de las Ingenierías más antiguas de España y que cotiza en Bolsa, por lo que he sido invitada a formar parte de ese restringido grupo. El número de mujeres en los consejos de administración es, efectivamente, muy reducido. Sólo un escaso 10% en los consejos de las empresas del Íbex, siendo aún menor su cifra en las cotizadas que no integran las 35 empresas del Íbex.

No obstante, se ha producido un notable aumento en los dos últimos años: se ha duplicado su número. La Ley de Igualdad y el Código Unificado de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas han propiciado este incremento, aunque aún estamos muy lejos de la paridad recomendada.

Siempre he considerado que en materia de discriminación de la mujer no hay parvedad de materia. Voté NO a la Constitución española porque lo hacía con relación a la sucesión a la Corona; disentí de mis colegas en la Universidad cuando aplaudieron el advenimiento del régimen de Jomeini en Irán por su misoginia; y sigo alegrándome de que se eliminen barreras aunque sea la de salir de nazarena en una cofradía de Semana Santa.

Pero la cuestión del acceso al poder de todo orden (político, empresarial e incluso familiar) siempre estuvo entre mis prioridades como feminista. Parece que ya es un hecho el compartir el poder político, gracias a medidas, siempre incomprendidas, como la cuota. Sin embargo, la presencia en ámbitos de poder económico es aún difícil. Animo a las mujeres a luchar por ello. Es uno de los ámbitos que me gusta particularmente ya que demuestra, sin paliativos, que la mujer apuesta por asumir responsabilidades. Pertenecer a un consejo de administración conlleva riesgos que sólo se solventan con trabajo, capacidad y preparación. Los integrantes de los consejos son responsables, penal y mercantilmente, de las decisiones que se adoptan y en las que toman parte. Se responde hasta con el propio patrimonio. Así que es una actividad seria y que debe ser desempeñada por personas formadas y dedicadas. Por eso me gustaría que muchas mujeres pierdan el miedo a volar y asuman estos riesgos.

La Women Corporate Directors and Senior Executives promueve el acto del día 11 en la bolsa de Madrid, como lo hizo en la del Nasdaq de Nueva York, y las de Toronto y Johannesbourgo. Es la primera vez que mujeres consejeras hará la apertura de la Bolsa como grupo. Sus promotoras lo califican de evento histórico.

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